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K’ara simi (I)

Con pasión y responsabilidad se llevó a cabo el foro debate con motivo de las elecciones en el Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Huanuni (17- 12-2021). Los temas debatidos fueron los que preocupan a los trabajadores. Coincidentemente, los tres frentes en pugna plantearon los mismos problemas: el futuro de la empresa, la corrupción, la lucha contra el juqueo, las relaciones con la Empresa Metalúrgica Vinto, la atención de la Caja Nacional de Salud, el prorroguismo de sus entes matrices. Conocimiento que muestra la realidad minera y expresa la voluntad de enfrentarla, como dicen “cueste lo que cueste”, “caiga quien caiga”.

Situación de la empresa. La afirmación de que hasta noviembre la utilidad de la Empresa Minera Huanuni (EMH) llegó a $us 90 millones es un hecho halagador; sin embargo, no dejan de preocupar las obligaciones acumuladas en las gestiones pasadas: pérdidas acumuladas, deudas contraídas con proveedores, préstamos del Gobierno a través del FIMPRO, obligaciones que pueden ensombrecer la presente gestión.

La historia de la EMH es conocida: revertidas las concesiones dentro del mismo yacimiento en 2006, absorbió a 4.000 cooperativistas, para lo cual se combinó los sistemas de explotación industrial y artesanal, en la perspectiva de unificar toda la explotación en el sistema industrial. Hasta 2012 este sistema obtuvo una utilidad de $us 113 millones, a partir de allí se fueron implementando proyectos de gran envergadura: el ingenio Lucianita, compra de maquinaria para construir el dique de colas, la reposición de compresoras, locomotoras, automotores, etc., introducción de la perforación desde exterior mina de chimeneas para la ventilación, construcción de la rampa en interior mina; estos emprendimientos no fueron cumplidos en el tiempo de ejecución ni en su construcción. La no concreción de los resultados buscados fue agravando la situación financiera y, a partir de 2014, la empresa tuvo déficit crónicos. Con razón los trabajadores protestan por la mala ejecución de estos y otros emprendimientos, ellos se preguntan si realmente son técnicos los que dirigen la empresa. El cuestionamiento no puede ser más lapidario cuando se analizan obras que llaman “elefantes blancos”, como los diques de Cataricagua y Lucianita, la reparación de los ingenios de Machacamarca y Sajsani, la explotación de zinc, que nunca funcionaron como se esperaba. De aquí surge el planteamiento de la “reestructuración del cuerpo técnico”.

El problema no solo es técnico, también organizativo. La estructura de la EMH es de una empresa productora, su principal función es garantizar los niveles de producción programados. En ese sentido, la administración está diseñada para ese propósito, es sobre esta base que se le dio tareas de planificación, logística y fiscalización, con la conformación de un directorio presidido por el Ministro de Minería, Ministerio de Medio Ambiente y la Comibol, por la parte estatal, y dos representantes de los trabajadores. Es acá donde se toman las decisiones estratégicas, es decir sobre los principales proyectos, que son preparados por los técnicos, que no están preparados para esta tarea ni tienen esa función específica. Así, los proyectos expresan una necesidad, pero su propuesta no tiene la solvencia para lograr los resultados esperados; por eso los trabajadores se sienten “mamados” y tal como ellos, el resto del Directorio, que confía en lo que se les dice en plena sesión, sin tiempo para hacer las consultas necesarias. La elaboración de un proyecto no solo debe contener el proceso tecnológico, sino también los cálculos económicos, el financiamiento, la logística, el cronograma y la nominación del personal responsable. Así, esta tarea asumida por el gerente y los superintendentes, que tienen bajo su responsabilidad el plan de producción y la conducción de 5.000 trabajadores, tendrá como sino de nacimiento el fracaso y su sanción con la remoción, lo que ocurrirá con uno y otro gerente que en su nominación contó con el apoyo laboral.

Como se expresó en el foro: el proceso de cambio es del pueblo y Huanuni contribuyó a esta lucha; en 2003, el neoliberalismo cobró la vida del c. Atahuichi en El Alto, posteriormente estuvieron luchando por la aprobación de la Constitución y contra la dictadura de Áñez; los trabajadores han aportado a los bonos sociales; su participación en estas luchas muestra que piensan en el país, que su empresa es de todos los bolivianos y deben responder al desafío de la construcción del Estado Plurinacional, por eso exigen información y participación.

En los discursos está presente la añoranza de los viejos tiempos en que de Huanuni salía la línea de acción del pueblo boliviano. En sus manos está lograr aquello, haciendo de la EMH un ejemplo de dirección obrera de la empresa estatal: productiva, eficiente, amigable con la naturaleza y con administración transparente.

‘ K’ara simi, boca pelada, frase quechua para indicar que dice todo lo que ve. “Sin pelos en la lengua”.

José Pimentel Castillo fue dirigente sindical minero.