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Conspiración

PENSAR

Se llama teoría de la conspiración a aquellas explicaciones alternativas a las oficiales, que dan información e iluminan sobre una cadena de acontecimientos en los que interviene algún grupo ultrasecreto de intereses y poder. Lo que caracteriza a estas teorías es la sensación de que la información que se nos va a compartir es ultrasecreta o clasificada y, en consecuencia, nosotros, que la conoceremos, somos privilegiados. La teoría de la conspiración presenta así, una narración alternativa que permite colocar entre comillas a la “historia oficial” y acusar de que hay poderes políticos, intereses económicos, misterios de alguna entidad superior, poderes, en fin, que no quieren que sepamos la verdad.

Según Anne Applebaum, la atracción emocional de una teoría de la conspiración está en su simplicidad, pues resuelve y articula fenómenos complejos para otorgar una explicación impensada o no vista, que genera la sensación especial de tener ese acceso privilegiado a la verdad.

Desde que la NASA inventó la llegada del hombre a la Luna, que Estados Unidos esconde un OVNI que se estrelló en Roswell, que canciones como Stairway to heaven de Led Zeppelin o Revolution 9 de The Beatles si se las escuchan al revés tienen un mensaje satánico, que el gobierno del mundo está a cargo de extraterrestres reptilianos, que hay un plan de dominio de los judíos, que el coronavirus fue creado por gobiernos y farmacéuticas, hasta la última teoría ultrasecreta que escuché: que el 29 de diciembre de 2021 se activó a nivel mundial la fase de contagios de coronavirus por un nanodispositivo tipo neovirus que fue inoculado en las vacunas y que no importa si estás en La Paz, Buenos Aires, Bogotá o Lima, no importa si es Delta, Ómicron o Alfa Beta Gama, lo cierto es que el 29 de diciembre de 2021 se activó un nuevo experimento controlado, y los que saben de esta información privilegiada deben pelear por no vacunarse, pues son ellos la esperanza de la humanidad. Sé que suena absurdo y simplón, pero esa es la idea de una buena teoría de la conspiración: explicar fenómenos complejos con una idea simple y con información a la que nadie tiene acceso, excepto tú, con la ayuda de Google y tu imaginación.

Recientemente, una película está teniendo cientos y hasta miles de reseñas, búsquedas en internet, artículos y ensayos muy sesudos, me refiero a la conocida Don’t look up, cuyo éxito se debe también en parte a esas teorías de la conspiración, la narración de que un asteroide chocará con la Tierra y que los encargados de la “historia oficial”, lo niegan. Una vez más, una teoría simple (asteroide, choca y mata), con una información que es negada o a la que nadie o casi nadie tiene acceso, solo los privilegiados científicos como Leonardo Di Caprio, Jennifer Lawrence, y claro, tú.

Farit Rojas T. es abogado y filósofo.