La mano invisible de Smith y de los fantasmas

La pasada gestión y a comienzos de la presente, varios analistas destacaron un supuesto “modelo económico cruceño” (MEC), que en la teoría económica vendría a ser solamente una réplica del modelo económico neoliberal, que por cierto aprovecha las bondades del modelo económico que el gobierno denomina “Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, el cual prioriza el mercado interno.
Recordemos que una de las primeras medidas, en este modelo, fue la reducción de las tasa de interés activa de los créditos de vivienda y productivos (D.S. 1842), las protestas no se dejaron esperar, argumentaron que los bancos entrarían en pérdidas, que se crearía un mercado negro financiero y otras cosas. Nada de eso sucedió, es más, los bancos ganaron como nunca y el MEC se benefició con el acceso a créditos para ampliar y renovar sus activos productivos.
Desde 2005 se subvenciona el precio a los carburantes y más aún el diésel oil, el cual además tiene que ser importado (el precio no sufrió modificación desde 2005), de no existir esta subvención el costo de producción, sobre todo de la agro industria cruceña, se incrementaría de forma significativa, por tanto el MEC es uno de los principales beneficiarios de esta medida.
Así podríamos enumerar los beneficios de un modelo económico estatal que beneficia al supuesto MEC pero que jamás lo mencionan; sin embargo, la premisa fundamental es la iniciativa privada para el desarrollo económico, vale decir que el “egoísmo privado” beneficia al bienestar colectivo, la “mano invisible” del mercado arregla los problemas económicos.
El liberalismo económico admira a los que se “hacen ricos” por sus iniciativas, que generalmente no son investigadas, es decir uno puede decir que acumula varios milloncitos de $us, vendiendo tarjetas telefónicas y la sociedad y las autoridades no tienen por qué dudar, también pueden trabajar en gobernaciones y municipios y argumentar que su sabiduría en la administración de sus sueldos hace que puedan comprarse vehículos y casas, como la base de todo sistema judicial predica: “la inocencia mientras no se demuestro lo contrario”.
El caso de los ítems fantasma, parece ser que la mano invisible de éstos solucionaron el problema económico de algunas personas, que hasta antes del escándalo eran respetadas y admiradas en la sociedad cruceña y en los entornos políticos de varias autoridades, es más, en el gobierno de Añez fueron posesionados en RRHH de la Caja Nacional de Salud, vaya uno a saber con qué fin.
Pero esto no solo se da en el MEC, se da en la mayoría de las sociedades neoliberales, estas ilegalidades de acumulación de recursos se ha denominado lavado de dinero. Para combatir este hecho, en la mayoría de los países se aplican leyes anticorrupción, sin embargo en Bolivia se paró dicha medida, coincidentemente el principal núcleo de rechazo fue en Santa Cruz.
El departamento de Santa Cruz, como parte importante de Bolivia, es el eslabón principal en el desarrollo económico del país, se beneficia de varias medidas y su aporte en la producción es la más importante. El tratar de diferenciarse del resto del país solo es incentivado por algunas personas que buscan beneficio personal y/o partidario.
Miguel Ángel Marañón Urquidi es economista.