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Los secretos del modelo económico del mas

/ 2 de febrero de 2022 / 03:01

Apoco más de un año de gobierno del MAS-IPSP luego de la interrupción de su gestión por casi un año entre noviembre de 2019 a noviembre de 2020, los índices económicos reflejan crecimiento del PIB, una constante característica de la gestión del MAS, siendo en la última década el único año con decrecimiento del PIB, coincidentemente el año de gestión encabezado por Jeanine Añez. Surgen preguntas como ¿por qué este fenómeno? ¿qué sucede bajo el gobierno del MAS que no sucede con gobiernos de otra línea política?

Analicemos los secretos o medidas clave del modelo económico comunitario productivo social implementado por el MAS y sus diferencias en tiempos de Añez:

Inversión pública: Los datos históricos muestran una relación estrecha entre la inversión pública y el PIB. Los hechos de inestabilidad social y política en 2019 se iniciaron con el declive y paralización de la inversión pública que en 2021 cerró con apenas 1.784 Millones de dólares, es decir, menos de la mitad del monto ejecutado el año anterior, 53% menos, las noticias reflejaban protestas y demandas de empresas cobrando pagos pendientes al gobierno o pidiendo la reactivación de proyectos de inversión.

Distribución de la riqueza a través de bonos: Tienen fines específicos como evitar la deserción escolar (Bono Juancito Pinto), reducir la mortandad infantil (Bonos Juana Azurduy y Subsidio Universal Prenatal por la Vida), elevar la esperanza de vida (Bono Renta Dignidad); es decir, más de 6.600 Millones de Bolivianos que son insertados en el circulante de nuestra economía año tras año, estos recursos se originan de fuentes no crediticias sino de recursos que genera el Estado a través de empresas públicas y otros.

Priorización del abastecimiento del mercado interno a precio justo: La participación activa y protagónica del estado como regulador de precios de mercado y abastecimiento de productos de la canasta familiar (EMAPA, SEDEM, Viceministerio de Protección al Consumidor y otros) ha dado resultados de estabilidad a lo largo de la gestión del MAS, cosa que no ocurrió con Añez, que liberó exportaciones mientras por otro lado cortó el comercio entre campo y ciudad en medio de una cuarentena rígida mal manejada.

Nacionalización de recursos naturales estratégicos: La nacionalización de YPFB, ENTEL, ENDE, VINTO y otras, tuvo resultados de utilidades de estas empresas a partir de su nacionalización, lo que le dio al gobierno los recursos para incrementar la inversión pública, pagar bonos sin crédito, crear nuevas empresas rentables, generar empleos e incrementar los recursos de gobernaciones, alcaldías y universidades. Por el contrario, en el gobierno de Añez se paralizaron muchas empresas con grandes pérdidas económicas e incluso daños en maquinarias y activos, se dio prioridad a impulsar empresas privadas de rubros donde el Estado participa, como ser telecomunicaciones y transporte aéreo.

Entre otros factores estarían los ajustes al sistema financiero (reducción de tasas de créditos), bolivianización de la economía, tipo de cambio estable, endeudamiento interno, abaratamiento y universalización de servicios básicos como luz, agua y gas.

La gestión económica del gobierno de Añez tuvo resultados negativos desde los primeros meses antes de que llegue la pandemia a Bolivia el virus, en medio de esa pandemia pudieron hacerse mejor las cosas, asegurando el intercambio comercial entre campo ciudad, no restringendo el trabajo en departamentos donde no habían infectados, hacer mejor gestión de fronteras cerrando las mismas antes de que llegue el virus y haciendo controles de los bolivianos que regresaban de viaje, poniendo centros de cuarentena con condiciones humanas y no abandonando a los viajeros de tierra en las fronteras, capacitando al personal médico a nivel nacional virtualmente, dotando oportunamente de trajes de bioseguridad a todo ese personal, inaugurando al inicio de la pandemia los hospitales de Montero y El Alto en lugar de cambiarlos de color, pudo haber comprado equipamiento para Unidades de Terapia Intensiva y hospitales sin corrupción y de forma eficiente, pudo no haber suspendido el año escolar y buscar otras alternativas como al final tuvieron que hacer obligados ante el reclamo de la población, pudo haber hecho las cosas bien, pero esa no era su meta y los resultados se reflejan en los índices económicos 2020.

Cinthya Guidi es lic. en Administración Financiera.

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Viviendas sociales, ¿obras invisibles?

/ 9 de febrero de 2022 / 02:52

En los últimos años escuché a algunos personajes políticos decir públicamente “el Gobierno no ha hecho nada por mi departamento”. Recuerdo, por ejemplo, a personajes de departamentos como Santa Cruz, Chuquisaca, Tarija o Potosí, mencionar esta frase durante conflictos regionales, haciendo alusión a que no veían obras del Gobierno en su ciudad o departamento al cual consideran en el olvido.

Ante esta percepción de algunos ciudadanos, es bueno hacer conocer que en los últimos 15 años el Gobierno construyó alrededor de 180.259 viviendas sociales (construcción nueva y mejoras o ampliaciones), distribuidas a lo largo y ancho del país, no solo en ciudades capitales sino también en provincias, llegando a comunidades recónditas y pequeñas, donde en muchos casos se construyó viviendas de concreto para reemplazar un cuarto de barro, palos y paja.

La política estatal de inversión en viviendas sociales data desde 1956 y hasta el año 2006 se habían construido aproximadamente 57.217 de estas soluciones habitacionales, un promedio aproximado de 1.144 por año; mientras que, entre 2006 y 2021 ese promedio anual crece 10 veces más, llegando a 12.017 viviendas por año. (Fuente: Viceministerio de Vivienda y Urbanismo).

La política de priorización e impulso de la inversión pública en viviendas sociales influyó mucho en todos los rubros económicos relacionados al sector de la construcción, que fue creciendo desde 2006 convirtiéndose en uno de los sectores más grandes e importantes de la economía boliviana.

Recuerdo que en 2011, debido a la alta demanda de cemento, el Programa de Vivienda Social y Solidaria, que era la entidad estatal ejecutora de las viviendas sociales, tuvo que suscribir convenios con las fábricas de cemento para asegurar el abastecimiento de este producto a las obras iniciadas a nivel nacional, es decir, que desde el Estado se impulsó al crecimiento en los últimos años de la industria cementera por la alta demanda de material de construcción, esto se nota porque existen nuevas fábricas de cemento como por ejemplo la fábrica de yacuses en el departamento de Santa Cruz, propiedad de Itacamba Cemento S.A. inaugurada en 2017, la fábrica de cemento estatal ECEBOL inaugurada en 2019 y la expansión o alianza de empresas cementeras ya existentes.

Asimismo, el precio del fierro de construcción empezó a subir desde 2007, aproximadamente, debido a la alta demanda. Se crearon nuevas empresas importadoras de fierro, nuevas empresas o tiendas importadoras y/o comercializadoras de material de construcción, los obreros relacionados con la construcción, como ser albañiles, carpinteros, electricistas, plomeros y otros, también se beneficiaron de esta política.

Durante todos estos años han nacidos centenares de barrios nuevos en todos los departamentos, acrecentándose la mancha urbana e impulsando la construcción de obras como construcción de calles, veredas, plazas y otros por parte de los gobiernos municipales, los cuales también se benefician de los impuestos a la propiedad de bienes inmuebles de estas viviendas.

Son cientos de miles de familias que pasaron a vivir en una vivienda propia con condiciones dignas para el habitar de una familia, en los nuevos barrios también se genera una microeconomía de tiendas, pensiones, líneas de transporte público y otros.

Las viviendas sociales son una de tantas formas que tiene el Estado de llegar a la población y atender sus necesidades y aunque la demanda de soluciones habitacionales aún no ha sido resuelta por completo, es de mucha importancia continuar aplicando estas políticas que permiten a personas de escasos recursos acceder a una vivienda digna.

Pero sobre todo las viviendas sociales han sido una forma mediante la cual el Estado dinamizó la economía y generó empleos directos e indirectos, por lo cual la próxima vez que alguien quiera afirmar que “no hay nada para su departamento”, debe voltear a ver este tipo de obras que aunque no le beneficien directamente —es decir, no sea necesariamente beneficiario de una vivienda social—, esas obras son en su departamento y están beneficiando a su población de forma directa o indirecta, así como sucede con las carreteras, calles y todas las obras públicas.

Cinthya Guidi es licenciada en Administración Financiera.

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