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El Panorama Social de América Latina

ORDEN CAÓTICO

En enero pasado la CEPAL presentó uno de sus informes insignia, el Panorama Social de América Latina 2021. Aprovecho este espacio para hacer una reseña del mismo, pues señala una serie de elementos que son pertinentes —para las políticas públicas— para esta época de ruptura que estamos viviendo; mi muy personal reseña la resumo en siete puntos, con la advertencia de que el informe es mucho más rico que lo que aquí comento, así que recomiendo su lectura.

1. La crisis del COVID ha golpeado desproporcionadamente a América Latina; nuestra región registra el 30% del total de los decesos por COVID-19 a nivel mundial, pese a que contamos solo con el 8% del total de la población. La crisis sanitaria se traduce en una crisis social y la región ha experimentado impactos severos en pobreza y desigualdad.

2. Las transferencias de emergencia que se aplicaron en 2020, durante la primera ola de la pandemia se redujeron a la mitad durante 2021; de 89,685 millones de dólares en 2020, a 45,271 millones de dólares en 2021. La CEPAL considera que sigue siendo pertinente mantener los esquemas de transferencias de emergencia para importantes grupos poblacionales que están en pobreza extrema y que tienen menores posibilidades de recuperación en el nuevo contexto.

Si bien los niveles de actividad económica se han recuperado, todavía es necesario sostener una red de protección social para las familias más vulnerables, en tanto avancemos hacia una situación de mayor estabilidad.

3. Mujeres y niños han experimentado impactos más profundos: cantidades importantes de mujeres han dejado de percibir ingresos y se han volcado hacia tareas del cuidado, afectando sus posibilidades de reinserción en el mercado laboral. Por otro lado, América Latina es la región que más tiempo lleva de interrupción de las clases presenciales, con un promedio de 56 semanas de interrupción parcial o total. Como consecuencia, millones de escolares en la región corren el riesgo de abandonar definitivamente sus estudios. Estamos hablando de toda una generación que arrastrará en el tiempo las consecuencias de los rezagos en educación.

Esta discusión es por demás pertinente en nuestro país en este momento en el que se han habilitado todas las actividades recreativas para adultos, incluyendo los festejos de Carnaval, pero las aulas escolares siguen cerradas.

El impacto contra el bienestar de niños y niñas no solo se reduce al tema escolar; la CEPAL advierte de severos impactos en el bienestar mental, derivados de la severa limitación de la socialización que la escuela proporciona.

4. La recuperación sanitaria es la base para la recuperación económica y social. Y la vacunación masiva (que para la CEPAL tiene un hito de 70% de la población) es clave para lograr este objetivo. Bolivia, según el reporte, entra en la curiosa categoría de los países que cuentan con vacunas pero no quieren vacunarse. Si continuamos cediendo la iniciativa de la política de salud a terraplanistas y antivacunas, acumularemos retrocesos.

5. La propuesta de la CEPAL para la recuperación implica una iniciativa de amplio espectro, que consiste en un estado de bienestar para la sociedad del cuidado, priorizando instrumentos de protección social universal. El horizonte es la recuperación sostenible con equidad de género.

La sociedad del cuidado implica cuidar a quienes lo requieren, a quienes brindan cuidados, garantizar la posibilidad del autocuidado y el cuidado del planeta.

En concreto, esto significa que la recuperación económica debe priorizar el empleo para las mujeres, el acceso universal a servicios de cuidado, priorizando a los niños más pequeños y la corresponsabilidad del cuidado entre las familias (hombres y mujeres), el sector privado y el Estado.

6. La iniciativa propuesta por la CEPAL implica una importante canalización de recursos públicos hacia las políticas sociales y, en ese ámbito, Bolivia se encuentra entre los países que más recursos destinan al gasto social, con un 15,6% del PIB.

7. Continuando con el tema del presupuesto, que viene a ser la variable que encarna la voluntad política de llevar adelante los cambios, la CEPAL plantea (entre sus textos dedicados al observatorio del COVID) un esquema de financiamiento para el desarrollo sostenible que comprende: la eliminación de la evasión fiscal, calculada en un 6% del PIB regional, la actualización de las regalías por explotación de recursos no renovables y ajustes en subsidios e impuestos al carbono.

Pablo Rossell Arce es economista.