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Una Bolivia más igualitaria

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Álvaro Nina Nina

Uno de los objetivos más destacables y de mayor análisis del Estado Plurinacional de Bolivia es la construcción colectiva de una sociedad sin pobreza ni desigualdades, con una clara orientación hacia el Vivir Bien en equilibrio y armonía con la Madre Tierra, contemplando de forma articulada el conjunto de ámbitos social, económico, político, cultural, ambiental, comunitario y espiritual, que hacen al desarrollo integral y sustentable de un país.

El Vivir Bien formula el encuentro entre pueblos y comunidades, respeta la diversidad e identidad cultural y regional, representa la convivencia en comunidad sin asimetrías de poder, en armonía con la naturaleza y en igualdad. En ese sentido, la Constitución Política del Estado establece y promueve el Vivir Bien como el horizonte estratégico del Estado Plurinacional de Bolivia, como modelo alternativo al capitalismo y a la modernidad, que nace en la manera de ver e interpretar el mundo de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas, el cual es concebido en el contexto de la interculturalidad para ser alcanzado de forma colectiva, complementaria y solidaria.

El Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones” adopta una visión de desarrollo integral y sustentable, reconociendo el patrimonio natural y los derechos de la Madre Tierra, promoviendo las diversas formas de organización económica (comunitaria, estatal, privada y social cooperativa), en línea a lo establecido por el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), el cual, abstrayendo la realidad económica y social, invoca al desarrollo económico, social, comunitario y productivo del país, promoviendo la justicia social a partir de la redistribución del ingreso y la reducción de la desigualdad, en lo extenso de sus diferentes manifestaciones.

En definitiva, la aplicación del MESCP, más allá de lograr tasas de crecimiento económico destacables a nivel regional y sostenidas en el tiempo, alcanzó evidentes avances respecto al desarrollo económico, traduciendo su éxito en la inclusión y movilidad social. En ese sentido, entre las gestiones 2006 y 2019 se registró una reducción continua de la pobreza moderada de un 59,9% en 2006 a 37,2% en 2019 y de la pobreza extrema de 37,7% a 12,9% en dicho periodo. Asimismo, se registró una reducción de la desigualdad medida por el Índice de Gini de 0,59 en 2006 a 0,42 en 2019; sin embargo, posteriormente a la ruptura del orden constitucional, en 2020 este indicador mostró un retroceso significativo alcanzando a 0,45, explicado particularmente por el incremento de la pobreza moderada y extrema, que alcanzaron a 39,0% y 13,7%, respectivamente.

Con la recuperación de la democracia en noviembre de 2020 se pudo reinstaurar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, con un Gobierno constitucional llamado a reconstruir económica y productivamente el país, siguiendo el enfoque de la redistribución del ingreso, erradicación de la pobreza material, social y espiritual, en armonía con la Madre Tierra y con justicia social, lo cual permitió restablecer las políticas económicas y sociales orientadas a reducir las brechas de desigualdad en el Estado Plurinacional de Bolivia, y como consecuencia inmediata de ello se logró una reducción significativa en los niveles de pobreza, alcanzando la moderada a 36,3% y la extrema a 11% en la gestión 2021.

De forma evidente, Bolivia ha iniciado una nueva etapa de reconstrucción de la patria en unidad y paz con el objetivo de retomar la senda del crecimiento económico, la industrialización con sustitución de importaciones, reducción de la pobreza y la desigualdad, un compromiso serio para salir adelante a partir de la construcción de una sociedad más humana, más justa y más equitativa.

Álvaro Nina Nina es economista.