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Subasta Electrónica para evitar la corrupción

/ 16 de febrero de 2022 / 01:12

¿La Subasta Electrónica es una solución para evitar la corrupción? Antes de responder, primero debemos entender cómo funciona y los fines que persigue.

La Subasta Electrónica es un mecanismo que se emplea en las licitaciones públicas en que las empresas y personas naturales compiten en tiempo real y en línea, con la presentación de sus propuestas electrónicas y ofertas económicas cada vez más bajas durante un tiempo determinado. Es una subasta a ciegas, es decir, ningún proponente conoce la oferta que ha realizado otro proponente en la etapa de la puja, solo conoce si está ganando o no a través de semáforos. Al finalizar esta etapa se publica, en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), los proponentes que participaron y las propuestas económicas presentadas como mecanismo de transparencia.

Tiene como principales objetivos: incrementar la transparencia en las compras públicas, lograr mayor participación de los proponentes, obtener ahorros tanto para el Estado como para los proveedores y fomentar la sostenibilidad ambiental en las compras públicas.

Ahora, considerando que las contrataciones públicas tienen una relevancia político-social, ya que por medio de éstas se instituyen las políticas públicas sociales, medioambientales y económicas, se convierten en un punto muy sensible y un imán para la corrupción, las razones para esto incluyen tanto el “volumen de las transacciones y los intereses financieros en juego” como la “complejidad del proceso, la cercana interacción entre los funcionarios públicos y las empresas y la multitud de partes interesadas” (OCDE, 2016).

Sin embargo, la pregunta probablemente será si realmente la Subasta Electrónica evita la corrupción. Y ciertamente, el objetivo principal de la Subasta Electrónica es minimizar los riesgos de corrupción, a través de la integridad pública y la transparencia gubernamental, por medio de: primero, la publicación de la información de las contrataciones que realizan todas las entidades públicas a través del Sicoes, que permite conocer a cualquier ciudadano de a pie ¿qué?, ¿cómo? y ¿a quiénes? contrata el Estado y poder realizar el control social.

Segundo, la presentación de propuestas electrónicas y las ofertas económicas en línea, que evita el manipuleo de propuestas y favorecer a unos cuantos o a “amigos”, con lo que se da mayor seguridad y confianza a los potenciales proponentes para participar en las convocatorias del Estado.

Tercero, el uso de medios electrónicos facilita el acceso a la información y a la participación de los proveedores en las compras públicas, con lo que se incentiva a una amplia y sana competencia.

Cuarto, disminuye el contacto directo con el personal de la entidad y los proveedores que se tienta a corromper a los “servidores públicos” que se quieren favorecer del Estado, y los pongo entre comillas porque éstos no merecen llamarse servidores públicos, que es otro tema por tratar.

Finalmente, no permite las colusiones entre proponentes al contar con una subasta a ciegas, que de acuerdo a estudios de la OCDE se ha demostrado que cuando las empresas se coluden, el costo de los bienes y servicios puede aumentar en por lo menos un 20%.

A un año de la aplicación de la Subasta Electrónica se ha logrado importantes resultados en la transparencia de las compras públicas, considerando que el 76% de las propuestas de bienes han sido electrónicas, se ha logrado duplicar la participación de los proponentes en los procesos de contratación y debido a la mayor competencia entre empresas se ha lograda un ahorro de Bs 295 millones en las adjudicaciones de bienes.

Considerando los resultados obtenidos y que es un mecanismo efectivo para la lucha contra la corrupción, el Gobierno ha ampliado la aplicación de la Subasta Electrónica en la contratación de bienes y servicios generales, proyectando alcanzar el 99% de los bienes y el 97% de los servicios que contratan las entidades públicas.

Camelia Delboy Cuevas es administradora de empresas especialista en Compras Públicas.

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Apostando por nuestra industria

/ 25 de mayo de 2022 / 03:11

Seguro muchos hemos escuchado de la industrialización por sustitución de importaciones, que en palabras simples significa que “el Estado debe alentar la fabricación local de bienes para que lleguen al consumidor final”; si bien parece simple, es un trabajo arduo y un camino largo por seguir que debe ser impulsado desde varios frentes, con políticas integrales, uniendo esfuerzos entre el sector público y privado; y la población en general, priorizando y apostando por nuestra industria, indudablemente podemos llegar lejos.

En ese camino, el 6 de mayo de 2021 se publicó el Decreto Supremo 4505, que reglamenta la Ley 1257 de Fomento a la Adquisición Estatal de Bienes Nacionales, que establece el Catálogo Electrónico “Compro Hecho en Bolivia”, conformado por fichas técnicas de bienes estandarizados y medicamentos, identificados como producción nacional por el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a través del cual las entidades públicas podrán realizar compras electrónicas a productores y comercializadores de productos nacionales.

Para arrancar con la implementación de este mecanismo de apoyo a la producción nacional, a partir del 17 de marzo de 2022 está en funcionamiento el Mercado Virtual “Compro Hecho en Bolivia”, en la página web (www.sicoes.gob.bo) del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), permitiendo en una primera fase el registro de bienes y medicamentos de producción nacional, donde tanto productores como comercializadores pueden promocionar y publicitar permanentemente los productos de origen nacional en línea y de manera gratuita.

A través del Registro Único de Proveedores del Estado (RUPE) se debe realizar el registro de bienes y medicamentos que quieran ofertar, de acuerdo a la ficha técnica publicada en el Sicoes, incluyendo los precios, ubicación geográfica del domicilio principal o sucursales, imágenes de los bienes y/o enlaces a sitios web o redes sociales, entre otros datos.

Cuando el Mercado Virtual “Compro Hecho en Bolivia” cuente con un número considerable de registros de bienes y medicamentos de producción nacional, como una siguiente fase, todas las entidades públicas realizarán sus compras a través de la compra nacional directa o compra nacional por convocatoria, tema sobre el cual escribiremos en un futuro próximo.

Con esta iniciativa, se pretende lograr que las empresas nacionales que apuestan por la producción nacional se conviertan en proveedores del Estado, facilitando su participación en las contrataciones que realizan las entidades públicas a través de la compra electrónica, reduciendo barreras en su participación, incentivando y priorizando la producción nacional y fomentando la participación de la micro y pequeñas empresas.

Este es un mecanismo más que implementa el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, como órgano rector de las normas de gestión pública, en pro de una mayor transparencia en los procesos de contratación que llevan adelante las entidades del sector público y la modernización de la gestión de las compras públicas.

Camelia Delboy es administradora de empresas y especialista en contrataciones.

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