Más recursos a universidades, menos resultados
El Estatuto Orgánico de la Universidad Boliviana establece que la “misión de las universidades públicas es formar profesionales idóneos de reconocida calidad y excelencia académica, con conciencia crítica y capacidad de crear, adaptar, transformar la ciencia y la tecnología universal para el desarrollo y progreso nacional…”, para lo cual, se requiere recursos económicos.
Actualmente, el Sistema de la Universidad Pública Boliviana está compuesto por 11 universidades, las cuales son: San Francisco Xavier de Chuquisaca, San Andrés de La Paz, Universidad Pública de El Alto, San Simón de Cochabamba, Tomás Frías y Nacional Siglo XX de Potosí, Técnica de Oruro, Juan Misael Saracho de Tarija, Gabriel René Moreno de Santa Cruz, José Ballivián del Beni y Amazónica de Pando.
Ahora bien, durante los últimos años, mientras las transferencias de recursos del Nivel Central del Estado (NCE) al Sistema Universitario se incrementaban, el número de estudiantes titulados disminuían con relación a los matriculados.
Según la página del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y la demanda del Sistema de la Universidad Boliviana 2021, en la gestión 2016, las 11 universidades matricularon a 79.847 estudiantes nuevos, y considerando que la duración promedio de estudios en nuestro país es de cinco años (10 semestres), en 2020 apenas se titularon 14.830 estudiantes, representando un 18,6%; sin embargo, en el mismo periodo, las transferencias del NCE se incrementaron en un 10%, de Bs 3.501,4 millones a Bs 3.851,8 millones.
Cada año, las universidades públicas a través del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) envían su demanda al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas solicitando recursos adicionales (subvención) para cumplir y cerrar sus actividades académicas.
Si bien la Constitución Política del Estado reconoce la autonomía universitaria y establece que el Estado subvencionará a las universidades públicas, al parecer éstas no están mostrando resultados o cumpliendo con su rol o misión como función pública con recursos públicos, lo cual nos debe llamar la atención y preguntarnos cuáles son las causas que provocan este fenómeno.
Romer Bello Bernal es economista.