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El doble rasero de la comunidad internacional

TRIBUNA

La política de doble rasero practicada por la comunidad internacional al tratar asuntos y conflictos internacionales se ha convertido en una tapadera de las violaciones y crímenes de la ocupación israelí contra los derechos del pueblo palestino, ante la explotación que ejerce Israel como potencia ocupante, su persistencia en el robo de tierras palestinas, su rebeldía al cumplimiento de los acuerdos firmados, al derecho internacional y a las resoluciones de las Naciones Unidas para alcanzar una paz justa.

Cuando el color, la religión y la raza se convierten en una identidad, los valores, la moral y la humanidad se pierden, y cuando la legitimidad se basa en dobles varas de medir, la justicia se pierde, la verdad se falsifica y el poder se tiraniza.

Decenas de resoluciones internacionales se han perdido y se han visto pisoteadas ante el poder de la fuerza y por su falta de implementación. El pueblo palestino sigue siendo víctima de la ocupación y de la ausencia de justicia y necesita protección internacional mientras se encuentre ocupado y oprimido por Israel, que practica en su contra todas las formas de abusos: matanzas, torturas, desplazamientos y demolición de viviendas, imponiendo un régimen de apartheid contraviniendo los derechos humanos más básicos.

El problema no se limita únicamente a un doble rasero, equivale a la complicidad del sistema internacional que apoya al régimen colonial y de apartheid por las relaciones de intereses que les unen a Israel.

¿La sangre palestina es de segunda clase? ¿La humanidad se clasifica según la raza y el color? El mundo debe elevar un grito real frente al ocupante israelí para poner fin a la ocupación del Estado de Palestina, miembro observador de las Naciones Unidas.

Los organismos internacionales toman posiciones efectivas y rápidas ante las crisis inmediatas, al tiempo que se abstienen de tomar una posición firme frente a la ocupación israelí y sus crímenes que se prolongan por más de siete décadas, lo que refleja el doble trato y la ausencia de justicia con la causa palestina.

La comunidad internacional ha demostrado recientemente su capacidad para tomar medidas para proteger a los civiles. El problema no es tanto la falta de herramientas como la ausencia de voluntad, ya que las reglas del derecho internacional son claras en lo que respecta a un crimen internacional. El hecho de que la comunidad internacional no implemente sus decisiones en Palestina, alienta a Israel a cometer más crímenes. El que no aplica el derecho internacional en Palestina no tiene derecho a hablar del derecho internacional en otras partes del mundo, es una hipocresía y no puede ser tomado en serio.

¿La comunidad internacional necesita que alguien la chantajee para cumplir con sus deberes? ¿Es una comunidad internacional racista y selectiva que diferencia entre las víctimas?

A pesar de la documentación aportada por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch sobre crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Palestina, el mundo hasta ahora se ha negado a imponer sanciones a Israel; existe una negativa a investigar estos crímenes por parte de Naciones Unidas a pesar de los avances logrados por los palestinos en este expediente. La protección e impunidad que goza Israel se debe a la complicidad internacional con su régimen.

Salir de las garras de la política de doble rasero requiere tomar conciencia de que las relaciones internacionales se basan en intereses, lo cual exige utilizar los intereses propios para lesionar los intereses de otros, ya sean económicos o mediáticos, además de valerse de la opinión pública mundial.

Si hay un cambio cualitativo y radical en el mundo frente a cualquier ocupación existente ¿qué pasa con Israel? ¿Se respeta el derecho internacional? ¿Incluye principios y reglas generales que son vinculantes? ¿Se aplica en todos los lugares, tiempos y circunstancias? ¿O solo se aplica en algunos casos y a otros se los excluye? ¿Y los asentamientos que están definidos como un crimen de guerra que no admite ninguna duda o discusión sobre su ilegalidad?

Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.