Estados Unidos está firme con las familias ucranianas
Mi corazón se rompe al ver el sufrimiento del pueblo ucraniano. Niños están muriendo. Civiles están siendo asesinados. Recientemente, un hospital materno-infantil en la ciudad de Mariúpol sufrió un ataque, una tragedia sin sentido. Más de dos millones de refugiados han huido de sus hogares destruidos. De acuerdo con información de Unicef, más de un millón de los refugiados son niños y niñas que han tenido que abandonar sus comunidades y escuelas para sobrevivir. Este enorme sufrimiento tiene un responsable: Vladimir Putin.
La invasión no provocada de Ucrania fue un ataque que Putin planeó durante mucho tiempo. Putin es el agresor. Putin eligió esta guerra. Putin ha infligido este dolor a sus vecinos.
Él desplazó metódicamente más de 150.000 efectivos y equipo militar a la frontera con Ucrania. Trasladó bancos de sangre a sus posiciones y construyó hospitales de campaña, demostrando sus intenciones todo el tiempo. Rechazó todos los esfuerzos de buena fe de la comunidad internacional para abordar sus preocupaciones de seguridad inventadas y para evitar mediante la diplomacia y el diálogo el conflicto y el sufrimiento innecesario de seres humanos.
Putin ejecutó su estrategia exactamente como habíamos advertido que lo haría. Vimos a los actores que representan los intereses de Rusia aumentar sus bombardeos en el Donbás. Vimos al Gobierno ruso lanzar operaciones cibernéticas contra Ucrania. Vimos un teatro político en Moscú y escuchamos afirmaciones extravagantes e infundadas sobre Ucrania con la intención de justificar la agresión rusa. Rusia continúa justificando su agresión militar alegando falsamente la necesidad de detener el “genocidio” en Ucrania, a pesar de que no hay pruebas de que tal cosa esté ocurriendo allá. Vimos a Rusia usar estas mismas tácticas anteriormente, cuando invadió Ucrania en 2014 y Georgia en 2008.
Y entonces, casi en el mismo momento en que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunía para defender la soberanía de Ucrania y evitar el desastre, Putin lanzó su invasión en violación del derecho internacional. Los misiles comenzaron a llover, golpeando ciudades históricas en toda Ucrania. Luego siguieron los ataques aéreos, columnas de tanques y batallones de tropas, todos sobre la cresta de una ola renovada de desinformación y mentiras descaradas.
Los próximos días, semanas y meses serán increíblemente difíciles para las personas de Ucrania. Putin ha desatado un gran sufrimiento sobre ellas. Pero el pueblo ucraniano ha conocido 30 años de independencia y ha demostrado repetidamente que no tolerará a nadie que intente hacer retroceder a su país. El mundo está observando este conflicto de cerca, y si las fuerzas rusas cometen atrocidades, exploraremos todos los mecanismos internacionales que podrían usarse para hacer que los responsables —ya sean miembros de las fuerzas armadas o sus líderes civiles— respondan por sus acciones.
Estados Unidos ha proporcionado más de $us 400 millones en asistencia humanitaria al pueblo ucraniano. Nuestro apoyo continuará aumentando y estamos trabajando con la comunidad internacional, especialmente la Unión Europea, para ayudar a los ucranianos en su momento de necesidad y apoyar a los países que están recibiendo a los refugiados.
La libertad, la democracia y la dignidad humana son fuerzas mucho más poderosas que el miedo y la opresión. En la pugna entre democracia y autocracia, entre soberanía y sometimiento, que nadie dude esto: la libertad prevalecerá.
Charisse Phillips es encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.