Desinformación en Ucrania
El acceso a la información y la libertad de expresión son dos derechos que están siendo ampliamente vulnerados en la guerra en Ucrania. Como se puede suponer, esto no va en una sola dirección, ambos bandos están tomando medidas en este sentido, aunque Rusia tiene antecedentes mayores al respecto, ya que venía siendo denunciado por la ejecución de campañas de desinformación en las elecciones norteamericanas de 2016 en las que ganó Trump, entre otros casos.
Lo cierto es que se han bloqueado sitios web y redes sociales de medios de comunicación en varios territorios. En Europa se ha bloqueado medios masivos y redes sociales (YouTube, Facebook, Twitter y hasta Telegram) del canal de televisión Russia Today y el periódico Sputnik, acusados de difundir “desinformación dañina”, mientras que del lado ruso se ha bloqueado a la BBC, Voice of America y Deutsche Welle, entre otros. Además, el Gobierno ruso ha bloqueado el acceso a Facebook y Twitter en su territorio con el argumento de que esas plataformas bloquean informaciones provenientes de medios como el canal de televisión Zvezda y la agencia de noticias RIA Novosti, aparte de penalizar formas de evadir ese cerco como el uso de VPNs y la red Tor.
Acusaciones de noticias falsas difundidas por medios masivos reconocidos —no solo sospechosos sitios web de noticias falsas de escasa credibilidad— con total impunidad han sido denunciados por defensores de la postura rusa, así como por opositores. Se han usado imágenes de conflictos en otros países, declaraciones falsas y todo tipo de material a sabiendas que no corresponde a la cobertura de los actuales hechos.
Nadie sabe en qué confiar y en qué no, la pelea por el monopolio de la verdad está logrando enajenar a los seres humanos, a quienes solo les queda confiar en los medios que reproducen sus burbujas.
Ante la incapacidad de asegurar espacios de información plural (lo que sea que eso signifique en el Kremlin y en Bruselas) y combatir la desinformación, han decidido cerrar el acceso a las fuentes de versiones contrarias mostrando que la inspiración de ambos lados no está alineada con la libertad de expresión. Frente a esta situación, los argumentos que promovían los ecosistemas con pluralidad mediática como una de las formas de luchar contra la desinformación han quedado fuera de lugar. En Bruselas han dicho que el bloqueo es una medida de excepción, en Rusia que el bloqueo corresponde porque no son plataformas plurales.
Después de la guerra, la defensa de la libertad de expresión y la lucha contra la desinformación necesitarán nuevos enfoques de reflexión y nuevas estrategias de promoción y lucha. Los que se discutían hasta ahora han probado que han perdido legitimidad.
Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com.