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El eje de la política

PUNCHAY

Por qué el MAS, las organizaciones sociales y sus principales dirigentes son titulares de prensa, artículos de opinión, entrevistas, etc. No es una simple casualidad o por falta de noticias políticas, la dinámica política de las últimas dos décadas gira en torno a lo nacional popular, el sujeto de la política como dirigente, horizonte, estabilidad y certidumbre democrática es lo plebeyo, la organización sindical y la izquierda.

Las organizaciones indígena originarias campesinas del Pacto de Unidad en la lucha contra el Estado liberal, republicano, colonial y patriarcal se constituyeron en sujeto contrahegemónico, es decir representaban un nuevo horizonte estatal, que no pasaba por ser una candidatura electoral más, sino por constituirse en sentido común plurinacional democrático y acceder al gobierno por decisión soberana del pueblo.

La forma de organización, elección de candidaturas, de propuesta, del liderazgo y del triunfo, modificó el funcionamiento de la democracia y de sus actores, ello implicó dialécticamente que los referentes del viejo sistema fueran superados, enterrados y olvidados por un presente vertiginoso, hoy son el recuerdo lejano del pasado inmediato.

El viejo sistema multipartidario de derechas normalizó en su cotidianidad la forma elitaria, señorial, colonial de subordinación política al norte imperial, fue su receta institucionalizada en el tiempo, fueron hegemonía en dictadura y en democracia.

Los liderazgos en tiempos neoliberales emergieron a partir de círculos políticos y económicos de poder. La democracia como sistema político fue diseñado para reproducir el poder de minorías electorales sin legitimidad popular, la fuente de su fortaleza era detentar el control estatal.

La crisis estatal de inicios de siglo que sepultó al sistema político, fue interpretada como el momento oportuno para reinventarse con otras siglas electorales, pero bajo los mismos liderazgos políticos: Tuto, Cárdenas, Mesa, vicepresidentes elegidos por el Parlamento que se consideran, a partir de su nostalgia colonial republicana, presidenciables en el Estado plurinacional, al igual que los aliados eternos del poder como Doria Medina y Reyes Villa, pero lo que cosecharon electoralmente fueron derrotas democráticas que les ubicaron al borde de la extinción.

Aparentemente el offsider que les dio oxígeno venía de la derecha más retrógrada del establishment de la cruceñidad, arropados en el racismo y la religiosidad para desestabilizar al gobierno constitucional y liderar el golpe de Estado, para retomar el poder al viejo estilo de las dictaduras militares y de la democracia neoliberal de pactos.

El golpe cumplió parcialmente su objetivo, derrocaron al gobierno, pero contrariamente a lo deseado por la élite golpista en el poder, el efecto político y moral fue diferente; lo nacional popular se volvió a reconstituir en la resistencia a la dictadura en sujeto político, que derrotó la dictadura, recuperó la democracia y el gobierno; del otro lado, los titulares del golpe y del gobierno de facto fueron sepultados por decisión soberana del pueblo. Revilla-Sol.bo, Costas-Demócratas desaparecieron del mapa político, Mesa se redujo a tener un club de amigos parlamentarios, Tuto no pudo sostener su sigla para llegar a las elecciones, solo Camacho y Arias lograron respaldos locales, pero con pésimas gestiones públicas.

Los nombres y siglas de las oposiciones no son el referente político que puede incidir en la política, lo que implica que el eje y la mirada gire en torno al MAS, las organizaciones y sus líderes.

El ordenador de la política es y será el MAS y las organizaciones sociales, ello implica que también son portadores de conflictos, propios de un movimiento que al ser el único eje nacional, departamental y municipal de la institucionalidad democrática, también representa la disputa, el conflicto, incluso la posibilidad de ruptura.

La maximización política, mediática, discursiva como significante negativo contra el MAS es la línea constante del comportamiento público de las oposiciones. Mesa, Camacho y Arias son los ejemplos más dramáticos de la dependencia al MAS, porque no interpelan al votante con su propuesta programática, sino a votar contra el MAS y Evo.

La segunda vuelta para la elección de gobernadores de La Paz y Chuquisaca refleja el fracaso y la frustración de las derechas urbanas. En la primera vuelta sus candidatos fueron derrotados y excluidos del escenario político, en la segunda vuelta la disputa fue entre dos candidatos campesinos, las derechas acudieron a votar convocando a no votar por el MAS, esta consigna expresa su fracaso.

La política como disputa por el poder, conflicto, girará alrededor de lo nacional popular, la expresión política nacional es el MAS.

César Navarro Miranda es exministro, escritor con el corazón y la cabeza en la izquierda.