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El ave de la tristeza y el constructor de molinos

Tribuna

Un antiguo proverbio chino dice: “No puedes evitar que el ave de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí que anide en tu cabellera”. Dicho proverbio nos enseña que la tristeza es algo que siempre está presente en nuestras vidas, pero depende de nosotros que tal sentimiento se apodere, permanezca y marque nuestro camino.

En los días precedentes, muchos economistas y opinadores políticos han sostenido una serie de malos augurios para nuestra economía, tratando de impregnar en la población boliviana una especie de zozobra y tristeza. Lo cierto es que este 2022 la economía boliviana nuevamente mostrará buenos indicadores, a pesar del contexto externo de pandemia y del conflicto entre Rusia y Ucrania.

En el Programa Fiscal Financiero (PFF) 2022, que se firmó en estos días, las autoridades económicas señalaron que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzará al 5,1% (resultado de la inversión pública), con una inflación moderada del 3,3% (dependiendo mucho de los efectos que tenga el alza de precios internacionales de ciertas materias primas, como los cereales, por efectos de la guerra); y un déficit controlado de 8,5% del PIB (por debajo al registrado en 2021 de 9,3% y mucho más respecto a 2020, cuando éste llegó al 12,7%).

Entonces, lo que se espera en el resto del año es que se reactiven aún más las actividades económicas, y que producto de tal acontecimiento se dé una mayor reducción del desempleo, que a diciembre de 2021 cerró en 5,4%. Así quedará en el recuerdo el 11,6% alcanzado en julio de 2020, donde malas decisiones en el manejo de la pandemia afectaron los bolsillos de la población y de las empresas.

Parte de la reactivación de la economía se deberá a la redistribución de los ingresos vía la otorgación de los bonos, como el bono Juana Azurduy, el Subsidio Universal Prenatal por la Vida (el cual consiste en una canasta de productos necesarios para la madre y el niño en formación), la Renta Dignidad, el bono Juancito Pinto y el bono para la población con discapacidad grave y muy grave.

Igualmente, la inversión pública juega un rol muy importante en la dinamización de la economía. Los cerca de $us 5.015 millones que se inyectarán en esta gestión, permitirán que sectores como construcción, comunicación, transporte y almacenamiento mejoren aún más el performance alcanzado en 2021. Asimismo, las empresas públicas comenzarán a reportar mayores utilidades y quedarán atrás aquellos rumores que decían que no eran rentables.

Es por los buenos resultados de gestiones pasadas que los bolivianos votaron en octubre de 2020, legitimando el modelo económico “hecho en Bolivia”, y que con la firma del PFF 2022 renuevan las esperanzas y el compromiso del Estado de construir una economía libre y soberana. Es la certeza y la estabilidad política, económica y social que las familias bolivianas necesitan en tiempos de COVID-19.

Para terminar, otro proverbio chino dice a la letra: “Cuando sopla el viento, algunos construyen muros y otros molinos”. Son algunos opinadores que prefieren hacer muros y pintar nubarrones de tristeza, pero es la inmensa mayoría de la población boliviana que apuesta por crear molinos con base en su esfuerzo y trabajo.

Charls Ticona Rojas es economista.