El yuan, el rublo, el dólar y la guerra
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania trajo consigo alteraciones económicas no planeadas, así tenemos una inflación de 6% en Estados Unidos (la más alta desde 1992), el incremento de los precios del petróleo superando los $us 110 por barril y de los productos agrícolas, así como el de los servicios básicos en Europa, entre los más importantes; todo esto sumado a las restricciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y Europa, sanciones que tienden a empeorar más que a solucionar esta crisis.
Una de las medidas es el bloqueo comercial de los productos rusos, sobre todo los agrícolas, pero más que perjudicar a Rusia está perjudicando a Europa, puesto que su precio alcanzó récords históricos en los mercados europeos.
Otra de las restricciones impuestas es la exclusión de Rusia de la red internacional de comunicaciones financieras (SWIFT), medida que ya tiene su contraparte, ya que Moscú está exigiendo a los países consumidores de su gas y petróleo el pago en rublos y no así en dólares, poniendo entre la espada y la pared sobre todo a países europeos, ya que deberán elegir entre aceptar la medida o buscar otros abastecimientos que implican mayor costo, ya que no es lo mismo recibir el producto mediante un gasoducto que mediante buques: el costo implica por lo menos un 40% más.
Con estas medidas y contramedidas, el país que ve de palco el desarrollo de la crisis financiera internacional es China, uno de los principales compradores no solo de gas y petróleo ruso, sino también de hierro y otras materias primas, y China le vende computadoras, electrodomésticos aparatos de comunicación; asimismo, su relación comercial con Europa y Estados Unidos es muy importante.
En este entendido, China no tiene ningún inconveniente en recibir como pago de sus exportaciones el rublo, de igual forma Rusia se apoyaría en el yuan para realizar su comercio, sobre todo con otros países como India. Debemos recordar que antes de la guerra China ya creó y probó su propio SWIFT, conjuntamente a Rusia e India, es en este sentido que con la coyuntura actual podría volver a poner en marcha su red de comunicación financiera sin desligarse de los beneficios del comercio con occidente, siempre y cuando estos países no incluyan al gigante asiático en sus restricciones y sanciones económicas. De incluirla en sus sanciones, China, Rusia e India se verán obligados a hacer funcionar este SWIFT en el menor tiempo posible.
También debemos recordar que Estados Unidos sancionó económicamente a varias naciones, el caso más llamativo es Cuba y en más de 60 años no logró sus objetivos principales; a esto se suman Venezuela, Irán, Afganistán, Nicaragua y otros que sin importar el tamaño de sus economías y comercio serían otros beneficiarios del nuevo sistema de comercio internacional, reduciendo aún más la importancia del dólar en el sistema financiero internacional.
De continuar todo este accionar internacional, el proceso anteriormente descrito se estaría concretando en un mediano plazo, acciones que, como ya dijimos, fortalecerán al yuan y desplazaran al dólar y al euro, sin embargo se debe considerar que una mayor radicalización de las sanciones ocasionará una reacción también radical que solo acelerará las alternativas comerciales de los países sancionados.
Miguel Marañón Urquidi es economista.