Economía sin fábulas
Es importante recordar que en años pasados el modelo económico social comunitario productivo nos brindó resultados satisfactorios en materia de crecimiento y desarrollo, siendo líderes de la región por varias gestiones consecutivas y reduciendo los niveles de pobreza extrema, pese a las vicisitudes del contexto internacional, entre otros aspectos.
Los resultados de la aplicación del citado modelo, “hecho en Bolivia”, no solamente son consecuencia de los precios internacionales, como se quiere hacer notar por parte de algunos analistas, son principalmente el resultado de las medidas adoptadas al amparo del exitoso modelo económico boliviano, cuyos resultados se vuelven a evidenciar durante la presente gestión, después del irresponsable manejo de la economía por parte del gobierno de transición.
La inversión pública se incrementó en 25% con relación a la gestión 2021, llegando a $us 5.015 millones para 2022, recursos destinados a fortalecer el crecimiento económico y la industrialización, cuya fuente de financiamiento proviene de recursos internos y externos.
Las Reservas Internacionales Netas (RIN) se incrementaron en aproximadamente $us 300 millones en el último trimestre de la presente gestión. producto del superávit comercial, el flujo de remesas recibidas y las inversiones extranjeras directas. Al 24 de mayo de 2022, el nivel de las reservas internacionales alcanza a $us 4.686 millones, representando meses de importación y cobertura de la deuda externa de corto plazo, siendo que se cuenta con los recursos necesarios para cubrir las obligaciones del Estado.
El saldo comercial registró un superávit de $us 468 millones a marzo de la presente gestión, mayor al registrado a similar periodo de 2021, en el cual se alcanzó un superávit de $us 353 millones.
En tal sentido, las exportaciones alcanzaron a $us 3.068 millones en marzo de 2022, monto mayor en $us 725 millones registrado en el mismo periodo de la gestión 2021, cuando llegó a $us 2.343 millones.
Las medidas también apuntan a potenciar el apoyo a la sustitución de importaciones mediante el Fideicomiso para la Reactivación y Desarrollo de la Industria Nacional (Firedin) que al 27 de mayo de 2022 colocó Bs 1.041 millones, beneficiando principalmente a pequeños productores y representando el 82,5% del monto total que alcanza a Bs 1.261 millones, fortaleciendo de esta manera la producción nacional, y a su vez, prosiguiendo con el impulso a las políticas sociales para sectores como salud, educación y vivienda, entre otros.
Pese a las señales claras del manejo responsable de la economía, existen analistas que emiten pronósticos desde 2006, como el tema del “piloto automático” anunciando que la economía se conducía por sí misma gracias al modelo neoliberal implementado desde 1985, pero que con el tiempo nos llevaría a una crisis económica sin precedentes; los efectos devastadores de la “crisis financiera” para la economía boliviana, debido al presunto mal manejo económico, que nos sumiría en una recesión y el fracaso del modelo boliviano; la teoría del “efecto rebote” con una panacea automática que no depende de ninguna medida económica y que solo actúa por inercia. Los mencionados ejemplos de pronósticos errados son parte de posiciones ortodoxas que no reflejan la realidad de la economía boliviana.
El Estado Plurinacional de Bolivia está en pleno proceso de reactivación económica a través de políticas públicas enmarcadas en el modelo económico social comunitario productivo, reconocido por instituciones extranjeras como The Economist Intelligence Unit y otros organismos internacionales, que destacan la fortaleza del modelo aplicado en Bolivia, lo cual permite avizorar con optimismo el crecimiento y desarrollo nacional.
Las cifras y medidas, mencionadas precedentemente, son el resultado del manejo responsable de la economía y definitivamente no se trata de un cuento ni una fábula.
Gustavo Gómez es economista.