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Lo informacional y la educación

AQUÍ Y AHORA

En los últimos años lo informacional ha sido desarrollado y reflexionado por estudiosos de diversas áreas, pero siempre dentro de las limitaciones de tiempo para su aplicación. A ello se debe agregar, como ya lo destacamos en anteriores entregas, que la pandemia aceleró el ingreso masivo a la era digital.

Lo informacional hoy está presente en la vida del ciudadano con un carácter dual, traducido en dos tareas: la investigación y la innovación. La primera, como una actividad útil para la ampliación del conocimiento, y la segunda, para el fortalecimiento y respuesta a las nuevas exigencias de este tiempo, entre ellas, el desarrollo de la imaginación.

Así, el sistema digital motiva a que la imaginación se convierta en un poder de creación, porque es la facultad que logra hacer nacer representaciones. Aspecto ideal para la extensión del conocimiento.

En cuanto a la educación, habrá que decir que desde siempre ésta fue el puntal básico para reafirmar la vida del ser humano y llevarlo a cultivar una mente creativa capaz de apropiarse de todo tipo de información, y convertirla en valiosas representaciones o ideas producto de su imaginación.

En estos tiempos informacionales, internet representa para el mundo el instrumento de consulta. Sin embargo, no faltan otros tantos programas que son el medio para expresar formalmente las ideas. Ambos aspectos fundamentales no solo para alcanzar resultados con criterios sólidos teóricamente, sino también para proyectar propuestas únicas que reafirmen principios como los de Aristóteles, quien señalaba que la imaginación es rebelde a la determinación, pero es una condición de lo imaginado. Un fundamento vital para el desarrollo de la creatividad.

¿Y qué pasa con la creatividad en la vida de todo niño y joven? Si se parte de esta interrogante, lo primero que debe considerar toda transformación educacional es comenzar a explotar el talento y desarrollarlo con el uso de los instrumentos digitales, los cuales ampliarán sus capacidades innatas y también simplificarán su vida.

Todo aquello implica complementar la tecnificación temprana con el impulso a la imaginación, ya que el poder creativo no solo ayuda al educando a producir nuevos conceptos e ideas, sino también objetos, es decir, plasmar el elemento imaginado en algo visible.

Por tanto, la fuerza de lo informacional no está centrada únicamente en su utilidad como medio de consulta, sino también como un recurso para ampliar las capacidades creativas de los estudiantes.

Sin duda, vivimos tiempos maravillosos en cuanto a la evolución de la vida y el aprendizaje mediante el descubrimiento, pero todo aquello exige la transformación del ayer inmediato. Hoy, la educación tiene el compromiso de dar el primer paso sólido para responder a ese desafío con la incorporación de sistemas tecnológicos en la enseñanza escolar, no solo como instrumentos de consulta, sino como medios de expresión.

Esta podría ser la principal senda para impulsar un nuevo sistema educacional en el país, con miras a una ampliación educativa que conciba el desarrollo tecnológico y creativo de la educación.

Lo anterior, sumado a los gigantescos pasos que dieron los niños y jóvenes en el mundo informático hasta el presente, permite albergar la esperanza de que avanzaremos sabiendo mirar al futuro.

Patricia Vargas es arquitecta.