¿Y cómo va la sustitución de importaciones?
Con la aprobación del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES), en noviembre del año pasado, se establece una nueva ruta país para el desarrollo e implementación de las políticas públicas: “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien. Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”, título por demás justificado a partir de la coyuntura dejada por la pandemia y la desastrosa administración pasada.
El PDES 2021-2025 incorpora en su diseño 10 “ejes” que son los articuladores de la política pública entre la planificación de largo plazo (Agenda Patriótica) y la planificación de mediano plazo (PDES), entre estos ejes haremos un repaso al estado de los elementos más relevantes del eje 2, “Industrialización con Sustitución de Importaciones”, en las tres metas que la componen.
La primera meta: “Impulsar nuevas industrias de productos estratégicos…”, tiene en su principal intervención a la industrialización del diésel renovable, biodiésel y diésel sintético, cuyo objetivo es el establecimiento de al menos dos plantas, logrando con ello un 42% de sustitución de la importación de este hidrocarburo. A la fecha, este controversial proyecto cuenta con una inversión de $us 327 millones, distribuido en cuatro plantas de biodiésel, las dos primeras bajo la tecnología FAME (éster metílico de ácido graso, por sus siglas en inglés), con una capacidad de 1.500 barriles diarios cada una (una de ellas, ya entró en construcción); la tercera bajo la tecnología HVO (aceite vegetal hidrotratado, por sus siglas en inglés), consistente en reciclar aceite de cocina como principal materia prima; y la cuarta a partir de la pirólisis de llantas usadas para la generación de este combustible.
La segunda meta: “Incrementar volúmenes de producción de bienes de consumo importados y de insumos, bienes y servicios sustitutos de importación”, tiene, entre otras intervenciones, la industria de los fertilizantes, cuya meta es establecer una planta con una producción de 60.000 Tm/año, logrando con ello un 38% de sustitución de las importaciones para este producto. A la fecha, la planta de fertilizantes de NPK se encuentra en etapa de estudio, tiene previsto una inversión de Bs 34 millones y a Cochabamba como el lugar del emplazamiento. Utilizará como insumos la urea (N) de la planta de amoniaco de Bulo Bulo, el fósforo (P) de la provincia de Capinota y el potasio (K) de la planta de YLB de Potosí.
Finalmente, la tercera meta: “Promover políticas de transformación de materias primas e insumos para generar cadenas productivas de valor que permitan aumentar los volúmenes de producción nacional”, tiene entre sus principales intervenciones la reactivación de la planta de urea, con la meta de lograr una capacidad de 623.000 Tm, una sustitución de las importaciones del 100% y un excedente para la exportación de 566.575 Tm. Al respecto, la planta fue reactivada en septiembre de 2021 y a la fecha tiene una capacidad de producción del 70%, produciendo 1.600 Tm al día, de las cuales 15% se queda a cubrir la demanda interna y el resto, a mercados internacionales como Perú, Argentina, Brasil y Paraguay. La planta entró en mantenimiento para alcanzar una capacidad cercana al 90%, proyectando una producción de 550.000 Tm hasta finales de este año.
Con referencia al estado y consideraciones de la implementación de la Industria de la Química Básica, le invitamos a leer el artículo El inicio de la Química Básica en Bolivia, publicado en este medio el 12 de abril.
Por último, se encuentra la implementación de la industria de la hoja de coca, con la meta de entrar en operación y generar al menos tres productos fundamentales: crema dental, bebida de coca y harina de coca. Al respecto, hace pocos días, mediante el DS 4746 se creó la empresa pública Kokabol, dedicada al establecimiento de una planta de industrialización y comercialización de productos generados a partir de la hoja de coca, que se encontrará en el municipio de Sacaba (Cochabamba) y contará con una inversión cercana a los Bs 62,3 millones.
Son dos años de la implementación de la sustitución de las importaciones, que avanza de manera prudente, claro está, requiere varias acciones complementarias para su consolidación; por otro lado, las intervenciones revisadas requieren la generación de verdaderas ventajas comparativas en el mercado interno, para desplazar de manera natural a las importaciones; pero sin duda, seguimos saliendo adelante.
Christiam Cordero Rocha es ingeniero industrial.