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Gubernamentalidad

PENSAR

En 1978, el francés Michel Foucault dictó el curso titulado Seguridad, territorio, población. Comenzó señalando: Este año querría comenzar el estudio de algo que hace un tiempo llamé biopoder.

Según Foucault, el biopoder no toma como objeto a la sociedad o al individuo, sino a la población. Podemos decir que Foucault identifica el momento en el que el fin último del gobierno deja de ser el territorio o la permanencia del gobernante en el poder y empieza a ser el gobierno sobre las poblaciones.

El gobierno va a actuar sobre las poblaciones, muchas veces sin que la gente se dé cuenta. Habrá políticas que estimulen la tasa de natalidad, dirijan los flujos de población hacia alguna región, dirija el incremento de alguna actividad, de algún consumo. La población aparece así, como sujeto y objeto de gobierno.

Nace así la gubernamentalidad entendida como el arte del gobierno de las poblaciones. Este arte supone estrategias de intervención en la vida de la población, tanto desde el punto de vista de la vida biológica como de la vida anímica y psicológica. Es decir, políticas sobre la vida y la muerte de la población, así como políticas respecto a la información con la cual generan sus opiniones, sus prejuicios, sus temores, sus hábitos, en fin, sus comportamientos.

Foucault precisó esta tarea de la gubernamentalidad en una conferencia en la universidad de Vincennes, también en 1978, titulada Nuevo orden interior y control social. Allí habló de que en el futuro se desarrollará información sobre el individuo, pero no con el objetivo de vigilarlo, sino para intervenir en él, pero no como individuo sino como población. Esa intervención serviría para la constitución de consensos formados por una serie de controles, incitaciones y coerciones, y lo más curioso es que esa tarea no la llevaría a cabo el Estado, sino una gubernamentalidad, podríamos decir, para-estatal, neoliberal u ordoliberal.

Para muchos estudiosos de la obra de Foucault, éste se adelantó a describir el big data de información sobre cada uno de nosotros que Google, YouTube, Netflix, Facebook, Alexa, Instagram, Spotify, WhatsApp o Tinder generan. Y no lo hacen solo con el fin de vigilarnos, sino con la finalidad de influir en nuestros comportamientos, nuestros gustos y consumos tanto comerciales, amorosos, sociales como políticos. Y en el plano de la vida biológica, el big data sería el generado sobre información genética, transgénicos, bacterias, virus, vacunas y tratamientos, que influyen sobre la población. Foucault los trata como información sobre la especie e información sobre los públicos. Así el ejercicio del poder no es otro que información sobre y para las poblaciones para una efectiva gubernamentalidad. El neoliberalismo construye, así, un gobierno más allá del Estado.

Farit Rojas T. es docente investigador de la UMSA.