La mujer en el sistema monetario boliviano

Una de las grandes metas de las mujeres en nuestro contexto se basa en la erradicación de las formas de discriminación y desigualdades de género en el ejercicio de los derechos; al referirnos a éstos, nótese que la Constitución Política del Estado (CPE) los clasifica en derechos de primera generación (civiles y políticos), de segunda generación (económicos, sociales y culturales) y de tercera generación (colectivos y de medio ambiente). En ese contexto, los derechos y garantías fundamentales proclamados en el artículo 3 estipulan que la nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos.
Así, muchas premisas que profesan igualdad entre hombres y mujeres son transversales y se ven reflejadas de cierta manera en políticas públicas, normativa y otras decisiones; sin embargo, pese a la incorporación de principios de equidad social y género para garantizar el ejercicio de los derechos humanos, las desigualdades siguen.
Para entender cómo el sistema monetario boliviano invisibiliza la historia de las mujeres, se debe partir de la idea que la historia en su mayoría ha sido escrita desde una visión eminentemente masculina, razón por la cual esta historia sistemáticamente ha ido encubriendo la participación de las mujeres como actoras de la historia y partícipes de la sociedad.
En ese sentido, se puede evidenciar también que son muy pocas las fuentes históricas que permiten acceder a una información clara respecto a la participación real de las mujeres en los acontecimientos históricos. Asimismo, es la propia visión masculina de la historia la que va a ir relevando los hechos históricos como importantes o poco importantes y así, los acontecimientos históricos se matizarán como hechos predominantemente masculinos, en los que las mujeres tuvieron una escasa o una nula participación.
De la misma manera, las tendencias historiográficas que han pretendido incorporar a las mujeres dentro de los contenidos de la historia, generalmente se van reduciendo al relevamiento de algunos hechos y particularidades sobre ellas, que al final las sigue posicionando como un apéndice de la historia o como una parte especial, lo cual sigue constituyendo una exclusión y una invisibilización de las mujeres en el proceso histórico.
La CPE en su artículo 328, faculta al Banco Central de Bolivia para que ejerza en forma exclusiva e indelegable la función de emitir la unidad monetaria de Bolivia, “el boliviano”, en forma de billetes y monedas metálicas, función que ejerce contratando la impresión de billetes y la acuñación de monedas, incluidas las que se emitan con fines conmemorativos o numismáticos. Los cortes de billetes son considerados la imagen del país hacia el mundo, pues el diseño requiere de una gran sensibilidad artística, además de que la combinación de personajes, imágenes y colores debe ser agradable a la vista; personajes históricos, sitios arquitectónicos, paisajes y símbolos están estampados en la presentación gráfica de los actuales billetes y monedas en circulación.
Al respecto, en el recuerdo queda uno de los pocos billetes que incluía a un personaje femenino de gran renombre como lo fue la poeta Adela Zamudio Rivero, escritora que cultivó tanto la poesía como la narrativa, el billete de Bs 5 ya no se encuentra en circulación y fue sustituido por la moneda bimetálica de Bs 5.
El tiempo es una condición de la vida, en el sistema patriarcal la historia marca tiempos, tiempos que son considerados de vital trascendencia e importancia y que son asignados a los varones, esto se puede ver claramente en nuestra política monetaria, donde solo se tiene plasmadas figuras de varones que han marcado hechos históricos en el tiempo, olvidando o relegando, y pasando a un segundo tiempo los tiempos históricos, trascendentales y dignos de ser recordados, aquellos de grandes mujeres bolivianas.
Por ello, debe incorporarse a las mujeres que formaron parte de la historia en los “espacios” de la política monetaria oficial del país, a través de los diferentes cortes de la moneda boliviana; es así que se debe introducir en todo el espacio territorial del país la circulación oficial de billetes de diferentes cortes con imágenes de mujeres, como reconocimiento legítimo de su aporte a la construcción del país, mujeres que deben ser inmortalizadas.
Andrea Peñaloza Aguila es abogada.