Alimentos saludables a temprana edad
Anelice Lobo Pérez
Hoy vivimos rodeados de comida rápida, comúnmente llamada “chatarra”, que se podría decir que es bastante accesible en cuanto a costos y disponibilidad, y por qué no mencionar también que es sabrosa. Al consumirla, nosotros como adultos estamos enseñando a nuestros hijos(as) que es parte de nuestros hábitos alimenticios y que está bien consumirla habitualmente, pero lastimosamente en Bolivia no tenemos la costumbre de servirnos comida saludable, es decir, existe tanta variedad de platos típicos en todos los departamentos de nuestro país, bastante exquisitos, que no dan lugar a elegir otro tipo de comida más sana.
Qué podemos hacer como adultos para cambiar nuestros hábitos alimenticios y, por ende, los de nuestros hijos(as). Primero que nada, debemos reflexionar acerca de los alimentos que consumimos a diario, el efecto que causan en nuestro cuerpo y cómo nos sentimos habitualmente; también es importante analizar los gustos y preferencias de nuestros seres queridos y si realmente queremos realizar un cambio de hábitos alimenticios, debemos incorporarlos poco a poco a nuestra dieta diaria, empezando con vegetales y frutas. Los niños y niñas, desde temprana edad, deben ir formando hábitos nutritivos y saludables, es decir, ser conscientes de los alimentos que consumen, lo cual les ayudará a mantener un cuerpo sano y vigoroso.
Comencemos por la primera etapa escolar del nivel inicial, al momento de enviar una merienda a nuestros hijos; lo primero y más práctico es llenar la mochila de golosinas, galletas, chizitos, papitas, o simplemente darles una moneda para que puedan comprar algunos de estos snacks. En esta etapa, qué lindo sería poder enviar a nuestros pequeños una lonchera llena de frutas de la temporada o ensaladas con vegetales y que ellos exijan a sus padres este tipo de alimentos sanos. Las maestras del nivel inicial coadyuvan en esta labor, junto a los padres de familia, hoy muchas escuelas realizan la merienda saludable algunos días de la semana, también se han implementado los huertos escolares, para que los alumnos realicen todo el proceso de siembra y cosecha, y así valoren más los alimentos que consumen, que nos brinda generosamente la Madre Tierra.
Para terminar, decirles que este cambio se puede realizar, pero debemos empezar nosotros dentro de la familia, formar a los niños y niñas desde temprana edad, desde que el bebé empieza a ingerir alimentos (siete u ocho meses), hábitos alimenticios consumiendo comida sana en base de frutas, vegetales ( fuente de vitaminas), cereales, productos lácteos, proteínas como carnes magras, huevos, legumbres, entre los más importantes, para así proporcionarles la energía y nutrientes necesarios y adecuados para su desarrollo físico e intelectual, de esta manera formaremos generaciones de niños y niñas sanos, fuertes y felices.
Anelice Lobo Pérez es directora de la unidad educativa Nazario Pardo Valle.