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Olvidar el 2 de agosto de 1953

DE FRENTE EN EL PACHAKUTI

Hay memorias que precisan que perduren; pero hay otras experiencias del pasado que ya no vale la pena que sigan en nuestra evocación. ¿Cuál es la fecha que ha caducado? El 2 de agosto de 1953, la firma de la Ley de la Reforma Agraria de 1953, ocurrida en Ucureña, Cochabamba. Fue una de las principales medidas del régimen del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Existen varias investigaciones que afirman que la dictación de la ley fue más para frenar las tomas de haciendas de los indígenas campesinos, que por la convicción del gobierno del MNR.

La dirigencia indígena campesina que luchó contra el sistema de las haciendas, apostó por la revolución agraria que por la simple reforma agraria. Se proponían abolir la servidumbre o el “colonato” campesino indígena, para poner término al régimen de hacienda y proporcionar tierra a los que no la poseían. En gran medida lo consiguieron, sobre todo en la región andina, donde se logró expropiar las haciendas, transformando a los antiguos “pongos” o colonos en propietarios, con lo que desaparecieron también las anteriores relaciones de servidumbre, salvo en algunas áreas donde se mantuvo bajo modalidades restringidas.

Pero no todo fue hacienda en la región andina, pues había muchos ayllus y comunidades originarias que resistieron y no cayeron en manos de los hacendados; pero después de la revolución de 1952 no fueron considerados como tales, sino parte de las políticas campesinistas generalizadoras del MNR. La Ley de la Reforma Agraria de 1953 fue muy ambigua con los ayllus y comunidades originarias. Esta falta de claridad no permitió brindar mejoras a los comunarios/ as, aunque se toleró su reproducción como sistema socio-económico y político local.

Pero ¿por qué olvidar la reforma de 1953? Sencillamente apostó por el agro liberal y mediante la reforma, que ya fue planteada en el país desde mediados del siglo XIX. Así lo manifestó públicamente Víctor Paz Estenssoro en 1955: “La reforma agraria no implica necesariamente un criterio socialista, es un criterio liberal; representa salir del régimen feudal superado ya en muchas naciones, pero que en los países atrasados económicamente como son los de Latinoamérica en su mayoría, persiste todavía. La subdivisión de la tierra es la clásica proposición de reforma agraria del tipo liberal.”

El Estado de 1952 generó todo un imaginario en torno a las tierras bajas y sus pobladores originarios. La política de la “marcha al oriente” estaba orientada a la colonización interna de estos territorios. Se pensaba que las tierras amazónicas, orientales y chaqueñas eran vírgenes y con pocos habitantes, como expresa la Ley de Reforma Agraria de 1953, en su “Capítulo III. De las reducciones selvícolas”. El artículo 129 indica: “Los grupos selvícolas de los llanos tropicales y subtropicales, que se encuentran en estado salvaje y tienen una organización primitiva, quedan bajo la protección del Estado”.

Se conocía muy poco a los pueblos indígenas de las tierras bajas y esa es una las explicaciones de por qué tanta ignorancia al calificar a los originarios de “salvajes”. El Estado de 1952, que se vanagloriaba de ser moderno y mestizo, actuó con una mentalidad arcaica y colonizadora al declararse “tutor” de quienes “se encuentran en estado salvaje”.

En los últimos años, se ha tratado de refuncionalizar al 2 de agosto de 1953, buscando varios adjetivos, en el intento de desmarcarse de la denominación del día del indio y día del campesino. Últimamente se ha llamado “el día de la revolución agraria, productiva y comunitaria”, en fin. Seguir recordando la institucionalización de una ley agraria que fue absolutamente liberal y modernizante, es seguir imbuido en la mentalidad agrarista colonialista de una reforma, que fue un total fracaso en el país.

Sabemos también que un 2 de agosto de 1931 se fundó la escuela ayllu de Warisata, encabezada por Avelino Siñani y Elizardo Pérez. Si se quiere continuar que la memoria del 2 de agosto no se borre en nuestro imaginario, el acto educativo anticolonial posiblemente sea el más propicio para reencauzar el horizonte del suma qamaña o sumaj kawsay. Pues sobre todo en las áreas rurales y periurbanas se hacen grandes desfiles más en la línea educativa, que la agraria.

Jichhurunakanxa armasjañasawa uka riphurma ajrariyatxa. Uka lurawinakaxa, ñanqha thkakhir sarayatawa.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.