¿Qué es vivir sabroso?
Francia Márquez estuvo de visita en Bolivia la semana pasada y hoy es investida como vicepresidenta. Una madre soltera de 40 años que dejó su comunidad por amenazas de muerte y salió adelante como trabajadora del hogar, llegó a Bolivia para decirnos que el vivir sabroso no es más que vivir en dignidad, vivir en armonía con la Madre Tierra, vivir en paz. Vivir sabroso es vivir con amor, alegría y con derechos.
Si hay alguien que encarna el profundo viraje de una Colombia conservadora y solemne hacia un nuevo progresismo es Francia Márquez. Con un perfil, una historia de vida y un lenguaje inesperado para el campo político colombiano, la activista irrumpe desde abajo en el poder de esa Colombia centralista y excluyente.
La potente voz con la que llega al escenario Francia Márquez es un discurso feminista y antirracista. De hecho, Márquez espera estar a la cabeza del nuevo Ministerio de la Igualdad desde donde se plantean tres objetivos inmediatos: lograr igualdad salarial entre hombres y mujeres, reconocer el tiempo de trabajo en el hogar para la jubilación, y medio salario mínimo a las madres cabeza de familia. Su discurso por la igualdad de géneros es combinado con un fuerte compromiso con el medio ambiente. Al recibir el Goldman Environmental Prize, la virtual vicepresidenta sostuvo: “Soy parte de quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, bosques y páramos. De aquellos que sueñan en que un día los seres humanos vamos a cambiar el modelo económico de muerte, para darnos paso a construir un modelo que garantice vida”.
Y es que esta mujer de origen humilde encarna las ilusiones de un nuevo pensamiento progresista en América Latina que finalmente deje de considerar el ecologismo, el feminismo y el antirracismo como cuestiones periféricas de la izquierda. Francia Márquez trae en su historia la marca de todas esas luchas. Nacida en el Cauca, una región del sur occidente colombiano marcado por la pobreza y el conflicto armado, fue madre a los 16 años y se fue a trabajar a las minas de oro locales para mantener a su hijo. Una de sus primeras experiencias como activista fue la lucha por mantener el cauce de un río de su comunidad y en 2014 llamó la atención nacional liderando una marcha desde el Cauca hasta Bogotá, exigiendo que el gobierno detuviera a los mineros ilegales que habían invadido su territorio con retroexcavadoras.
Antes de la ceremonia de su investidura como vicepresidenta, Márquez ha emprendido una gira por Brasil, Argentina, Chile y Bolivia. Se trata, según medios colombianos, de una avanzada diplomática ante gobiernos amigos que serán vitales para la propuesta de liderazgo regional que planteó Gustavo Petro en su discurso como ganador de las elecciones. Y es que Colombia, tradicionalmente muy cercana a Estados Unidos, busca retomar un liderazgo en Sudamérica con una agenda de colaboración que podría considerar temas como el incremento del comercio intrarregional, freno al narcotráfico y una política ambiental que incorpore la transición energética y la protección de la Amazonía.
El cambio de gobierno en Colombia llega cuando se habla de una nueva “marea rosa” latinoamericana en referencia al aumento de fuerzas socialistas moderadas. Las elecciones de los últimos años han dado como resultado que 10 países (entre ellos cuatro de las economías más grandes de la región: México, Colombia, Argentina y Chile) y cerca del 51% de la población latinoamericana se encuentren regidos por gobiernos de izquierda.
Sin duda nos llena de esperanzas el liderazgo de Francia Márquez en la región latinoamericana y hacemos nuestra su frase de campaña: “Vamos de la resistencia al poder hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Lourdes Montero es cientista social.