Bolivia, superando desventajas geográficas
La economía mundial vive una alterada ola de precios altos que han azotado a muchos países en el mundo; en este contexto, los países sin litoral, aquellos que no tienen acceso directo a un océano o a un mar, deben soportar una carga mucho más pesada. La problemática en la cadena de suministro, la guerra Ucrania-Rusia, la subida en los precios de materias primas, combustibles y cereales como el trigo y maíz, además de sus alimentos derivados, entre las más relevantes, han erosionado los precios de los demás productos de primera necesidad a niveles que solo se veían hace décadas.
En el escenario mundial, 44 países no tienen acceso soberano al mar, de los cuales 32 tienen altos niveles de pobreza y pagan altos costos de transporte para exportar e importar productos, según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los países sin litoral tienen un costo promedio de entre 30% y 40% en su comercio internacional, más que el resto de los países.
Los 12 restantes países sin litoral destacan por su mayor desarrollo económico, Suiza, Austria, República Checa, Hungría o Luxemburgo muestran que su enclaustramiento territorial no les ha impedido generar riqueza.
Bolivia avizora superar también este desafío, optimizar sus capacidades productivas y diversificar sus exportaciones resulta de gran importancia y relevancia, de hecho, a mayo de 2014 registró el pico histórico más alto de las últimas tres décadas en exportaciones acumuladas, $us 5.479,4 millones; sin embargo, este registro fue superado a mayo de la presente gestión, las exportaciones acumuladas llegaron a $us 5.715,5 millones, indicadores que se van incrementando con el aprovechamiento de las facilidades y beneficios de transportar carga a través del Canal Tamengo en la frontera con el Brasil y Paraguay, que resulta ser la plataforma idónea para llegar a fronteras más distantes, con la firme visión de vincularse con el océano Atlántico, y así consolidar relaciones logísticas con puertos adicionales a los del océano Pacífico; otro aspecto importante a considerar es la implementación de centros multipropósitos en frontera, que tienen la finalidad de modernizar la infraestructura donde se realizan operaciones de comercio exterior, de forma ágil y oportuna.
La industrialización energética no es un verso, el procesamiento de especies oleíferas permitirá una transformación estructural con la jatropha, macororó y palma aceitera, como materia prima para la elaboración de aceites crudos destinados a la obtención de diésel ecológico, se proyecta sustituir la importación de hidrocarburos, para ello fue fundamental la creación del Programa de Fomento a la Producción de Especies Oleíferas, esto con el fin de generar energía limpia que sea amigable con el medioambiente, este proyecto de diésel ecológico y renovable reducirá los costos de subvención del Tesoro General del Estado.
Pese a que los costos del petróleo y sus derivados siguen disparados en los mercados internacionales, Bolivia tiene la fortaleza de absorber ese impacto al no alterar el precio subsidiado, en consecuencia, la producción nacional no se ha visto obligada a trasladar a los consumidores finales el aumento de sus costos de producción procedente de una subida del precio de los combustibles, como sí lo han tenido que hacer en otros países, es así que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo ratifica proyectando un promedio de inflación del 10% para toda la región hasta fin de año; los indicadores de Venezuela (284,4%), Argentina (55%), Brasil (11,3%), Chile (9,4%), Uruguay (9,4%), Colombia (8,5%), México (7,4%), Perú (6,8%) quedan muy lejos de los de Bolivia (3,2%).
El modelo económico social comunitario productivo boliviano promueve, entre otros aspectos importantes, la diversificación de la matriz productiva y exportadora del país, de tal manera que podamos aprovechar efectivamente nuestra posición geográfica, con la misión de ser el eje integrador entre las economías de la región y lograr un mayor nivel de desarrollo económico. Esto se va reflejando en la creciente tendencia de las ciudades de San Salvador de Jujuy y Salta… ¡atesoran la moneda boliviana!… las casas de cambio ya incorporaron su venta, ya no es una previsión de las zonas fronterizas, ahora también de las ciudades del norte argentino.
Grover Chuquimia M. es ingeniero comercial.