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Precios, ¡suben y bajan!

TRIBUNA

A pesar del contexto inflacionario adverso, atribuido principalmente a la guerra entre Ucrania y Rusia, a julio, Bolivia registró la tasa de inflación acumulada más baja de la región y una de las más bajas del mundo. Haciendo énfasis en los productos alimenticios, el resultado igualmente es favorable, debido a que a julio, la inflación acumulada de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 2,9%, siendo también la más baja de la región.

Por su parte, los países que registraron mayor inflación acumulada en dicha división fueron Venezuela (50,5%) y Argentina (48,3%). Pero, si dejamos de lado a estos países dado que hace tiempo presentan problemas con la inflación, Colombia y Chile registran la inflación acumulada más alta de la región en dicha división, con tasas de 17,1% y 15,4%, respectivamente, mientras que el país que tiene la tasa más cercana a la de Bolivia es Ecuador, con 6,2% (de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas), más del doble de la que anotó nuestro país.

Pero, aunque tengamos la inflación general y de alimentos y bebidas alcohólicas más baja de la región, en las últimas semanas medios de comunicación hicieron bastante énfasis en el aumento del precio de algunos productos esenciales en la canasta familiar.

Evidentemente, a julio, productos como la carne de pollo, cebolla, papa, zanahoria y haba verde registraron inflaciones mensuales positivas, por lo que existe una percepción (errónea) de que “todo está más caro”. Lo llamativo es que se hace énfasis en la variación de precios de estos productos, pero no así de otros que también adquieren vital importancia en la canasta familiar como el tomate, la arveja verde y el queso, cuyos precios registraron caídas, pero nadie dice nada.

Algo similar sucedió en mayo y junio, donde la atención se centraba en el tomate y el queso, que registraron aumentos, pero en julio, cuando sus precios se redujeron, ni se lo mencionó. Por su parte, el precio de la carne de pollo pasó desapercibido en junio, a pesar que registró una inflación mensual negativa, lo que no sucedió en mayo, cuando era uno de los principales titulares en algunos medios, esto quizá porque su inflación mensual fue positiva en aquel mes.

Entonces, es incorrecto afirmar que “todo está más caro, todo está subiendo”, cuando no es así. Si bien el precio de algunos productos aumentó (debido a las heladas que afectaron su producción), los de otros están bajando, lo cual en términos generales implica que los precios se mantengan relativamente estables, algo que el INE captura en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se utiliza para medir la inflación.

Pongamos un ejemplo, si tengo Bs 25 como presupuesto del día para cocinar y realizo mis compras en el mercado de Villa Fátima, con este monto adquiero un kilo de pollo que cuesta Bs 14, una libra de papa de Bs 2,5, una libra de arroz a Bs 3, una libra de zanahoria que vale Bs 2, y una libra de tomate a Bs 3; al finalizar las compras, resulta que gasté Bs 24,5. Al día siguiente, los precios de varios productos cambiaron a excepción del arroz, ahora el pollo cuesta Bs 14,5 el kilo, la libra de papa a Bs 3, la zanahoria a Bs 2,5 por libra y el tomate a Bs 2 por libra, lo cual me da como resultado un gasto de Bs 25, que representa un aumento en 2% (Bs 0,50) respecto al día anterior. En este ejemplo, si bien se evidenció aumentos en el precio del pollo, la papa y la zanahoria, también hubo una disminución del precio en el tomate, lo cual mitigó el aumento en los precios de los otros productos.

Eso es precisamente lo que sucede en nuestro país, si bien los precios de algunos productos suben, los de otros bajan, lo que da como resultado global una inflación estable y controlada, lo cual no sucede en otros países, donde se registraron fuertes variaciones positivas en los precios de la mayoría de sus productos de primera necesidad.

Ángel Surco Chuquimia es economista.