Acuerdos
En la historia quedó el intento del Ministerio de Educación de ampliar el calendario escolar 2022 hasta la primera quincena de diciembre, en fiel cumplimiento a los 200 días hábiles de planificación, desarrollo y evaluación curricular, establecidos en el artículo 7 de la Resolución Ministerial 001/2022, sobre “Normas Generales para la Gestión Educativa”.
En ese orden, el 23 de agosto se subscribió el acuerdo entre los viceministros de Educación Regular, Bartolomé Puma Velásquez, y de Educación Alternativa y Especial, Sandra Cruz Nina, con el comité ejecutivo de la Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia (Conmerb), ratificando el calendario escolar 2022 hasta el 30 de noviembre, en lo concerniente al desarrollo curricular.
Asimismo, el 24 de agosto se firmó el acuerdo entre las mismas autoridades del Ministerio de Educación, con la dirección ejecutiva de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB), ratificando la conclusión del calendario escolar 2022 para el venidero 30 de noviembre.
Consiguientemente, la reposición de las dos semanas de ampliación del descanso pedagógico será de acuerdo con la predisposición de maestros y estudiantes, con el visto bueno de los directores, madres y padres de familia, con el propósito de cumplir los objetivos holísticos de las diferentes áreas de cada año de escolaridad (curso).
En tal sentido, la preocupación de cada gestión escolar continúa siendo la preparación académica de los estudiantes de sexto de secundaria (promoción), que deberán afrontar la Prueba de Suficiencia Académica (PSA) para el ingreso a una carrera en el Subsistema de Educación Superior en Formación Profesional.
Lastimosamente, el Subsistema de Educación Regular continúa careciendo de una política educativa que posibilite a los estudiantes la profundización de las áreas afines a la carrera de pregrado de su agrado. Al contrario, en los últimos cursos del nivel secundario la sobrecarga de materias oscila entre 12 y 13 de acuerdo con la mención de Bachillerato Técnico Humanístico.
Consecuentemente, es imperante la profundización de contenidos curriculares de los planes y programas de sexto de secundaria, en concordancia con las perspectivas de los estudiantes, a fin de acortar las asimetrías latentes entre los bachilleres de unidades educativas fiscales en relación a las de convenio y privadas.
Luis Callapino López es magíster en Políticas de Formación Docente.