Camacho: confrontar para no perder vigencia
Las recientes victorias electorales del MAS en los municipios cruceños de San Javier y La Guardia coinciden con el fin de ciclo del gobernador Luis Fernando Camacho, como consecuencia no solo de sus malas decisiones, sino de su falta de capacidad y liderazgo. En 2019, punto más alto de su popularidad, su comparación con el narcotraficante Pablo Escobar para “elaborar listas y meter presos a los traidores”, sumada a la confesión pública de que “su papá había cerrado con los militares para el golpe de Estado”, alarmaron y llamaron la atención sobre sus limitados alcances intelectuales.
En 2020, fracasada su aspiración presidencial, emprendió una campaña para la Gobernación cruceña con promesas esperanzadoras como la compra de tres millones de vacunas, generación de empleo, industrialización y equipamiento contra los incendios forestales y demás. Ninguna se cumplió hasta la fecha.
Por si fuera poco, se conoció que, al primer semestre de 2022, la ejecución presupuestaria de la Gobernación de Santa Cruz alcanzaba apenas al 9,2%, siendo la más baja en todo el país y haciendo comprensible el reclamo por la falta de proyectos y obras en municipios y provincias. Sin gestión, la popularidad del Gobernador ha ido en picada. En junio pasado, fue abucheado y expulsado a empujones por los comerciantes del mercado Mutualista, que veían impotentes cómo ardían las casetas con sus productos.
Así llegó septiembre, mes de Santa Cruz, encontrando, además de ausencia de gestión en la Gobernación, la denuncia, apoyada por un audio, de que el hombre de confianza de Camacho, su hasta hace muy poco secretario de Salud, Fernando Pacheco, habría estado cobrando coimas por la compra de insumos médicos. Pese al triste panorama, Camacho está decidido a continuar con la única estrategia que conoce para mantener a flote su vigencia política: la realización de un cabildo el 30 de septiembre, con la amenaza de realizar un nuevo paro contra la realización del Censo en 2024.
En su gestión como Gobernador, ya convocó a dos movilizaciones similares. En octubre de 2021, para oponerse al proyecto de ley contra la legitimación de ganancias ilícitas, y, en agosto de 2022, exigiendo la realización del Censo de Población y Vivienda en 2023.
Sin embargo, la movilización regional ya muestra un elevado desgaste. Muchos aseguran que los paros que promueve son hechos cumplir por la fuerza, “obligados con palos y piedras”.
Pero lo más preocupante es la ausencia de argumentos técnicos que sustenten la posibilidad de llevar adelante el Censo antes de 2024. Y, su exigencia de realizar el Censo en 2023, tampoco se ve acompañada por acciones. No ha hecho nada, por ejemplo, para esclarecer los límites entre los municipios cruceños, ya que de los 54 territorios autónomos y 2 territorios indígena originario campesinos, solo 6 tienen sus límites definidos.
Pretendiendo tapar sus falencias, la última idea del Gobernador fue no invitar a las autoridades nacionales al aniversario cruceño, como nuevo gesto confrontador, medida que no tuvo acompañamiento de las demás instancias cruceñas como las alcaldías o la Expocruz 2022. Pequeños y grandes industriales tampoco ven resultados de la gestión y Camacho está siendo calificado como el “peor gobernador de la historia”, creciendo el clamor colectivo de que se ponga a trabajar en lugar de seguir impulsando nuevos paros y confrontaciones.
Patricia Montaño Durán es licenciada en Historia.