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212 años y el tren de la inversión pública

TRIBUNA

El 212 aniversario de la gesta libertaria de Cochabamba trajo consigo la singularidad de la entrega del Tren Metropolitano, obra que ha convocado la atención de todo el país. Este evento nos invita a reflexionar el papel de la inversión pública y el concurso del Estado en la prestación de servicios.

El Tren Metropolitano, una obra que, de acuerdo con los datos publicados, ha requerido la inversión de aproximadamente Bs 2.500 millones —esto a lo largo del tiempo—, tendrá un retorno no solo económico sino social en función al servicio que prestará en seis municipios del departamento de Cochabamba.

Pero el monto del costo debe ser asumido como lo que es, una inversión que a lo largo del tiempo tendrá un rédito que, a diferencia del campo privado, tendrá que ser medido no solo en el campo del retorno económico, sino que tiene intrínseco un factor multiplicador para el bienestar de la población y el desarrollo de sus actividades que amerita el esfuerzo por parte del Estado.

El costo de esta importante obra, asumido por el Estado, a tiempo de su análisis también debe ser sopesado con el hecho de que, producto de la Ley de Capitalización, los privados que se hicieron cargo de los ferrocarriles decidieron, junto a cientos de millones de dólares invertidos en otras líneas, suprimir un servicio tan importante para los cochabambinos, con el costo social que eso ha importado para el desarrollo de todo el valle cochabambino.

La historia del siglo XX en Bolivia tiene entre sus factores comunes la formación de monopolios privados ineficientes y abusivos que con gran frialdad se inclinaron en muchas oportunidades por la explotación abusiva de ellos, sacrificando al país como es el caso de la oferta eléctrica, el estaño o los propios ferrocarriles. Ante esta inacción, el Estado en la segunda parte del siglo pasado fue el que realizó grandes esfuerzos para poder corregir las disposiciones creadas, siendo el germinador de la primera generación de las empresas públicas del país.

Debe anotarse también que el esfuerzo del Tren Metropolitano no es aislado y hoy se cuenta con experiencias del retorno de estas inversiones en distintos ámbitos, como son el incremento de la oferta eléctrica y la integración del mundo rural a la electrificación; la democratización de las telecomunicaciones; el acceso al agua potable (Misicuni); el transporte masivo por teleférico o el ingreso de energías limpias y alternativas.

Con motivo de esta importante obra, el balance nos arroja que el Estado, con el concurso de las empresas públicas, ha realizado importantes aportes de inversión pública en ámbitos estratégicos que han contribuido a la democratización del acceso a servicios, que son tangibles en el presente, dejando constancia de que su participación es fundamental para el desarrollo obtenido en los últimos tres lustros.

Rafael Villarroel es economista.