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El 29° aniversario de los Acuerdos de Oslo

TRIBUNA

Con motivo del 29º aniversario de los Acuerdos de Oslo firmados entre palestinos e israelíes y patrocinados por la comunidad internacional, el 13 de septiembre de 1993, el balance es que Israel no ha ejecutado nada del acuerdo, ha cancelado la mayoría de sus compromisos sin tener en cuenta su perspectiva política, económica y geográfica y se abstuvo de negociar los temas de la fase final, continuando con sus medidas unilaterales, prosiguiendo con sus confiscaciones financieras en una clara violación del acuerdo y también detuvo la liberación del cuarto grupo de prisioneros que supuestamente incluiría presos enfermos.

La escalada israelí actual ha causado este año 132 muertos y 4.550 detenidos palestinos, entre ellos 175 menores de edad. Todo ello forma parte de una receta en busca de una gran explosión alimentada por su gobierno de coalición con diversos partidos que se esconden ante la ausencia de un horizonte político, arrojando una sombra de desconfianza, estabilidad y seguridad en el conflicto. Dicha escalada se considera un llamamiento oficial israelí a un ciclo interminable de violencia en ausencia de un proceso de paz serio y significativo que requiere una acción internacional urgente, con el objetivo de restaurar el horizonte político para resolver el conflicto y obligar al Estado ocupante a detener sus proyectos coloniales expansionistas a expensas de la tierra del Estado de Palestina, así como detener todas las formas de ataques bárbaros cometidos por el ejército y por los colonos israelíes. La calma se logra restableciendo el horizonte político para que haya una solución justa del conflicto.

La preocupación del mundo por la guerra en Ucrania y encontrarse ante unas nuevas elecciones israelíes el próximo noviembre, no puede ser una tapadera para los crímenes de la ocupación. Es necesario que el mundo despierte y vea lo que Israel está haciendo contra el pueblo palestino. Israel le dice al mundo que quiere fortalecer la posición del Gobierno palestino, pero lo que Israel está haciendo es una acción continua y constante para destruirlo y dañar sus instituciones. El asedio a Gaza debe acabar, debe finalizar la agresión contra Jerusalén y deben detenerse los asentamientos. Las violaciones y crímenes de la ocupación y las milicias de colonos armados y organizados contra los ciudadanos palestinos, sus tierras, bienes, hogares y lugares sagrados para controlar sus vidas y sus movimientos, destruyen los cimientos de su existencia nacional y humanitaria y el futuro de sus hijos. La inmoralidad de las milicias de colonos y sus elementos terroristas, sus repetidos ataques contra ciudadanos palestinos bajo la protección del ejército de ocupación, son reflejo de una clara distribución de roles entre los batallones de colonos armados y las fuerzas israelíes en sus formas más atroces de opresión y abuso para perpetuar la limpieza étnica contra la presencia palestina en Jerusalén y Cisjordania, donde se han instalado 750.000 colonos en 158 asentamientos desde la firma de los Acuerdos de Oslo.

Los prisioneros palestinos enfermos luchan contra la muerte, las madres esperan enterrar los cuerpos de sus hijos muertos que están retenidos en los refrigeradores de los hospitales y de las prisiones israelíes. El hecho insólito de encarcelar a un cadáver no se produjo durante la era de la colonización más horrible de la historia, pero está sucediendo actualmente en Israel. El asesinato a sangre fría y la política de golpear para matar se está llevando a cabo en Israel. El pueblo palestino es firme, no se someterá y no se rendirá hasta que la ocupación sea derrotada.

Todo esto está ocurriendo en medio de los represivos intentos oficiales israelíes de responsabilizar a la parte palestina por la escalada de la situación y de eludir su responsabilidad por estas violaciones y crímenes ante la comunidad internacional. El Estado ocupante está tratando por todos los medios desempeñar el papel de víctima, la forma más atroz del verdugo, y busca convertir a la víctima palestina en sospechosa, en una horrible campaña de desinformación mediante el uso de muchas declaraciones y acusaciones de antisemitismo.

A Israel le decimos que queremos nuestros derechos nacionales, queremos que termine esta ocupación, queremos que prevalezca la legitimidad internacional y que la ley internacional sea la regla. Nuestro pueblo no aceptará la continuación de la agresión contra sus tierras y su juventud.

Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.