Icono del sitio La Razón

La Estructura sigue a la Estrategia

TRIBUNA

Uno de los últimos paradigmas relacionados a la gestión organizacional, iniciado en los años 60, concluye que, para lograr una organización altamente eficiente, lo primero que se debe definir es su Estrategia, en términos simples, esto significa establecer su mirada o su visión de largo o mediano plazo, a través de metas y objetivos cuantificables y obviamente alcanzables; a partir de ello viene el esfuerzo organizacional de evaluar y alinear su Estructura hacia el logro de dicha estrategia. El enfoque aparentemente lógico, no necesariamente es aplicado en su real dimensión, pues significa entre otros retos, desprenderse de concepciones organizacionales apuntaladas durante varios años, o de romper obstáculos culturales y de poder dentro de la organización.

Una aproximación de este principio se dio en febrero de 2009, con la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado (macro estrategia) y el Decreto Supremo 29894 que establecía un nuevo ordenamiento a nivel de organización estatal (estructura).

Años más tarde, bajo este nuevo ordenamiento y en el marco del nuevo Sistema de Planificación Integral del Estado, en 2015, Bolivia establece por primera vez en su historia su visión de desarrollo integral, a través de un plan de desarrollo de largo plazo (Agenda Patriótica al 2025) y dos planes de desarrollo de mediano plazo (Plan de Desarrollo Económico y Social, PDES) en los periodos 2016-2020 y el reciente 2021-2025.

La Agenda Patriótica establece los 13 pilares de desarrollo para el “vivir bien”, la erradicación de la extrema pobreza; la universalización de los servicios; la salud, educación y el deporte; la soberanía científica tecnológica; la soberanía comunitaria financiera; la soberanía productiva; la soberanía sobre nuestros recursos naturales; la soberanía alimentaria; la soberanía ambiental, entre los más relevantes.

Por otro lado, el PDES 2021-2025, que surge como respuesta de un escenario de pandemia, establece como línea estratégica de acción la reconstrucción de la economía, y la industrialización con sustitución de las importaciones, priorizando los 13 pilares del largo plazo, en 10 ejes del mediano plazo: Eje de reconstrucción de la economía, Eje de industrialización con sustitución de importaciones, Eje de seguridad alimentaria, Eje de industrialización de los recursos naturales, Eje de educación, investigación, ciencia y tecnología, Eje de salud y deporte, Eje de reforma judicial y gestión pública, Eje de medio ambiente, Eje de integración y el Eje de culturas y descolonización.

Si bien estos documentos establecen de manera perfecta la estrategia por alcanzar, la duda razonable es si la estructura del conjunto de actores que conforman el aparato estatal contribuye de la mejor manera a alcanzar dicho cometido.

La mejor práctica significaría que una vez generado el documento estratégico (PDES), venga acompañado de la definición de una estructura a nivel Estado que posibilite los compromisos establecidos. Inclusive, dicha práctica debería ser irradiada en los gobiernos autónomos departamentales y municipales y por qué no, dar la línea estratégica para los sectores privados.

La Estructura sigue a la Estrategia, no debe entenderse como un proceso administrativo complejo, ni debe representar la idea de incrementar la partida de gastos de personal; al contrario, debe entenderse como una focalización de esfuerzos institucionales para alcanzar las prioridades nacionales definidas, una priorización de recursos financieros hacia productos de impacto y con valor agregado para aportar a las políticas nacionales, más que a la agenda institucional. Esto solo se logrará si la Estructura sigue a la Estrategia.

Christiam Cordero Rocha es ingeniero industrial.