Contradicciones del FMI
Desde una perspectiva económica, el Informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) contempla recomendaciones antipopulares que hacen referencia al viejo modelo neoliberal aplicado en Bolivia durante 20 años (1986-2005), con políticas inflexibles en las que el mercado desempeña el papel fundamental en la economía, reduciendo drásticamente la participación del Estado.
En el citado periodo, Bolivia no alcanzó el desarrollo económico esperado y no mejoró la calidad de vida de la población, al contrario, los niveles de pobreza continuaron elevados y la brecha entre ricos y pobres se amplió.
Las referidas políticas afectaron negativamente al país, ocasionando inestabilidad en el crecimiento económico, elevados niveles de desempleo y pobreza extrema, desigualdad de la distribución del ingreso, inexistencia de políticas monetaria y fiscal por la elevada dolarización, congelamiento y reducción de salarios, niveles bajos del ahorro nacional y altos índices de mora, entre otros.
En este sentido, el informe del FMI es contradictorio, por cuanto, por un lado, destaca la estabilidad económica, la disminución del nivel de pobreza del país, además aconseja realizar subvenciones, y por el otro lado, recomienda que Bolivia deje de hacer las políticas que llevaron a estos resultados positivos. En otras palabras, hacer caso a las recomendaciones del FMI sería retornar al viejo modelo, por cuanto plantea la eliminación de subvenciones, reducción del gasto público, devaluación de la moneda nacional, disminución de la inversión pública, aumento de impuestos a los ingresos y la eliminación del segundo aguinaldo.
Aclarar a la población que el beneficio del segundo aguinaldo será otorgado en cada gestión fiscal, con la condición de que el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) supere el 4,5%, información que deberá ser comunicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en octubre de cada año, a los ministerios de Economía y Finanzas Públicas, y de Trabajo, Empleo y Previsión Social.
Es importante destacar que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) es una antítesis del modelo neoliberal, por cuanto es un modelo formulado con base en la realidad socioeconómica boliviana. A partir de 2006, el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia desarrolló diversas políticas socioeconómicas, entre las más importantes, las transferencias condicionadas en efectivo, las subvenciones cruzadas y los incrementos salariales por encima de la tasa de inflación.
Se implementaron programas y proyectos de inversión pública, que permitieron el acceso a la salud y educación, dotación de servicios básicos, vivienda, apoyo al sector agropecuario, protección social, así como la generación de empleo.
Con la aplicación del MESCP los resultados fueron y son favorables para Bolivia, alcanzando logros indiscutibles en crecimiento económico sostenido, reducción de la deuda externa, inflación baja y controlada, bolivianización de la economía, incrementos de los depósitos y créditos en el sistema financiero, priorización de la inversión pública, reducción de la pobreza extrema y moderada, y disminución del desempleo.
Por lo tanto, el modelo económico boliviano, que afianza la inversión pública, dinamiza la demanda interna y contribuye a la industrialización con sustitución de importaciones, nos permite ser un país soberano, demostrando el éxito que tiene en la reducción de desigualdades sociales y económicas.
Verónica Casablanca Villca es economista.