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Qué es lo que pasa en Irán

TRIBUNA

Los adversarios del pueblo iraní en su confrontación con la República Islámica de Irán desde hace ya 43 años, se han equivocado en sus cálculos imaginando que Irán es un país debilitado y subyugado mientras que el país de Irán es fuerte con un pueblo inteligente, que no permitirán que los enemigos dominen su patria y echarán por tierra, con trampas y planes negros, sus grandes logros conseguidos después del triunfo de la Revolución Islámica de 1979. Los círculos políticos y mediáticos en Estados Unidos y en algunos países europeos han intentado, ante los últimos acontecimientos en Irán, manipular las protestas y sobre todo los disturbios con el objetivo de poner en duda la unión y la solidaridad nacional de los iraníes. Estos mismos círculos, en cambio, cierran sus ojos a las realidades de la sociedad iraní como, por ejemplo, la presencia multitudinaria de la gente en apoyo al Gobierno y a su revolución, asimismo al proceso de desarrollo y el progreso político económico de su país. El Gobierno de la República Islámica de Irán considera su tarea insoslayable, la protección de la integridad física de sus ciudadanos y preservar el orden, la seguridad y la tranquilidad de ellos. Ahora bien, cabe preguntar ¿por qué no se hace ninguna protesta respecto a la violación de derechos humanos en EEUU, Europa o sus países aliados? El uso del doble rasero por el Occidente en tema de derechos humanos demuestra, bien claro, la hipocresía y la deshonradez en torno a dicho tema y el uso instrumental del mismo para sus propios intereses políticos. Los gobiernos occidentales, y a la cabeza de ellos el estadounidense, que han impuesto al pueblo iraní las más salvajes y duras sanciones ilegales, hasta el punto de privarle a los enfermos terminales el acceso a los medicamentos, reclaman hoy ser defensores de los derechos humanos y de los de la mujer, mientras que al mismo tiempo intentan extender los disturbios y la violencia en las calles de Irán. La ley fundamental de la República Islámica de Irán garantiza a los ciudadanos el derecho a expresar su opinión y la protesta; sin embargo, la protesta es bien distinta del disturbio. Las intrigas planeadas contra Irán llevan como objetivo detener el progreso del país, ya que el pueblo persa, pese a todas las presiones y sanciones, ha dado grandes pasos por el desarrollo de su patria. El Gobierno de Estados Unidos, donde son asesinadas cada año más de mil personas a manos de la Policía, hoy presume ser defensor de derechos humanos y provoca a individuos engañados a poner en peligro la seguridad de la sociedad iraní, enseñándoles métodos de disturbios a través de sus medios de comunicación. Algunos círculos mediáticos y políticos, sobre todo los grupúsculos terroristas amparados por los países occidentales, han hecho uso del lamentable incidente de la muerte de la ciudadana iraní Mahsa Amini para crear inseguridad y tumultos en el país.

Los medios mundiales han demostrado los desórdenes en las calles de Irán como si los autores de esos sucesos fueran representantes de todo el pueblo iraní, mientras han pasado por alto la presencia multitudinaria del pueblo en las distintas ciudades de Irán en apoyo al Gobierno y a las fuerzas del orden, repudiando los alborotos y la inseguridad. La muerte de la ciudadana iraní Mahsa Amini no corresponde con la versión divulgada por la prensa occidental. Ella no fue golpeada por la Policía Moral, sino que padecía una enfermedad cerebro cardiovascular, lo que originó su desmayo en la oficina de la Policía y le condujo finalmente a la muerte, luego de haber sido trasladada al hospital. Esto lo testifican tanto el video captado por las cámaras de seguridad en la oficina de la Policía como el informe realizado por la medicina forense de Irán sobre el caso. Este lamentable hecho ha causado acusaciones de misoginia contra el Gobierno de Irán. Si fuera realmente así, las mujeres iraníes no hubieran adquirido tantos logros como, por ejemplo, ser profesoras universitarias, atletas, políticas, diplomáticas, ingenieras, médicas, abogadas, etc.

Las autoridades norteamericanas y de algunos países occidentales emitieron cientos de declaraciones en apoyo a los llamados protestantes en Irán, pero ni siquiera una sola para condenar los alborotos, disturbios, violencia, terror y asesinato de las fuerzas del orden iraníes. El Irán fuerte podrá superar, pese a los esfuerzos de sus enemigos, la actual coyuntura e imponer otro fracaso a los adversarios del pueblo iraní.

Morteza Tafreshi es embajador de la República Islámica de Irán en Bolivia.