Innovación o empresas estatales
Según datos de los pronósticos de Naciones Unidas sobre Bolivia, para 2040 tendrá aproximadamente 18 millones de habitantes. Contábamos con 10,22 millones en 2010 y se pronostica al menos 12,57 millones de habitantes para 2024. Al final, el crecimiento de 11 millones a 12 millones, o 12,22 millones en 2023, o 12,57 millones en 2024 no significa densidad poblacional (por cierto, entre 2023 y 2024 aumentan cerca de 300.000, de las cuales 100.000 están en Tarija y no en Santa Cruz). Un dato para el Gobernador de Santa Cruz: el Censo nacional, aun si está basado en una ley, no es necesario a menos que se tenga previsto encontrar aumentos o reducciones muy significativos, eso lo digo como economista.
Quiero hablar de lo que los economistas asumen como el “multiplicador macroeconómico”, que es un “crecimiento tácito” debido a que se espera que la economía crezca. Pero este supuesto se utiliza tanto del lado de la demanda como de la oferta y no es exclusivo de la inversión pública, esto se centra en la expansión de la empresa privada y sus grandes necesidades de efectivo, entre otros, es decir, el país crece cuando la empresa privada, tan dinámica como se la suele imaginar, crece. Llevamos 20 años de crecimiento como país, más aún, Santa Cruz vive un auge dentro del ámbito del emprendedurismo, a lo cual yo diría que varios otros departamentos también lo viven. Pero si miramos dentro de la teoría marxista, el punto óptimo del crecimiento se encuentra un poco antes de la cima de una curva en cuesta ascendente, que al llegar a la cima empieza a caer.
¿Qué se hace entonces? Innovar. Los bancos han sufrido el doloroso proceso de llevar sus servicios a los puntos más alejados del país y maximizan sus beneficios al extremo posible; luego, a fin de año, después de cumplir con compromisos de inversión interna y reserva de capital y de inversión extranjera, reparten sus réditos entre sus accionistas y se llevan cerca de $us 300 millones por año. Las empresas privadas más pujantes se verán en la necesidad de llevar sus servicios a nivel nacional, por doloroso que suene manejar un negocio redituable sin el ojo experto de su propietario, esto me recuerda que han surgido en el país miles de expertos en comida y sobre todo expertos en café; por mí, excelente, pero si uno quiere ser un experto en café, le pido que piense en grande. Starbucks copió el modelo coreano de los restaurantes de comida rápida y llevó sus cafeterías a dos locales por calle en zonas urbanas altamente pobladas y al menos a un local en zonas menos pobladas; luego un P.R. de Starbucks escribió la misma función, pero con el sello de Starbucks como su propio modelo empresarial. El punto es que para volverse innovadores del café, gastaron en grandes cantidades, hoy incluso se paga con un iPad y se incluye la propina.
Necesitamos decirle algo a nuestros empresarios privados: ¡Ya no es suficiente con que paguen todos sus impuestos! El mercado necesita que contraten gente por grandes cantidades, sin observaciones, que tripliquen los salarios o más, y que paguen a todos beneficios patronales, seguros de salud, seguros de vida, viáticos, etc. Es necesario que antes de la entrevista la persona desempleada sepa cuánto va a ganar, qué día, qué debe de hacer en su trabajo, entrenamiento, y que se contrate a largo plazo; dentro de lo que asumimos ahora, son empresas pujantes, innovadoras con una idea original y llevo escuchando a tanto experto en economía neoliberal que ya es sabido que para toda oferta existe una demanda.
Hoy se necesita que los empresarios apuesten al “voy por todo” (all inn). Si RRHH solo recomienda contratar personas de entre 20 y 30 años, esto crea varias deficiencias de mercado: desempleo friccional, desempleo estacional, desempleo estructural, discriminación, etc… Yo he rechazado trabajos informales que ha tomado otra persona, y he tomado el empleo informal que otra persona que conozco rechazó, mientras tanto los dueños de estas empresas están dando clases o hablan en televisión sobre cómo el Estado tiene la culpa del sector informal. Y todos sabemos que el empleo informal es el mayor problema del crecimiento, además que un gasto fuerte en salarios aumenta el nivel de vida. Y poco a poco se lleva a una economía pequeña como la boliviana a niveles como los de Costa Rica, por ser cautos, o los de Europa, por ser más atrevidos, con un constante incremento en el PIB per cápita. Empresarios: ¡vayan por todo!
Martin Bilbao La Vieja Ruiz es economista.