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Evaluación a ciegas

TRIBUNA Luis Callapino López

En abril, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) entregó los resultados de logros de aprendizajes y factores asociados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019).

El ERCE 2019 fue desarrollado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), en conjunto con los 16 países participantes. En tal sentido, reveló que, en promedio, más del 40% de los estudiantes de tercer grado y más del 60% de sexto curso de primaria no alcanzan el nivel mínimo de competencias fundamentales en Lectura y Matemática.

Al respecto, es imperante resaltar que, en principio, Bolivia participó de las pruebas y los cuestionarios piloto (parcial) del estudio ERCE 2019, aplicados desde 2018 a estudiantes de tercer y sexto año de escolaridad (curso) del nivel primario, en los cuales se analizaron los currículos de Lenguaje, Matemática y Ciencias Naturales, quedando pendiente el examen oficial a finales de mencionada gestión. Extremo que no efectivizó el gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

Consecuentemente, el 28 de julio de 2020, el LLECE sugirió fortalecer los contenidos asociados a Ciencia, Tecnología y Sociedad, las habilidades de comprensión literal e inferencial y resolver problemas que involucran la aplicación de operaciones en los ámbitos numéricos estudiados en cada nivel. Referidas recomendaciones, tampoco fueron fortalecidas hasta la fecha.

Sin embargo, cabe reiterar que Bolivia no participó de las pruebas oficiales de evaluación de aprendizaje y cuestionarios de contexto ( finales de 2019), siendo los países participantes y estudiantes evaluados de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

En tal extremo, obviamente que Bolivia no figura en los resultados de logros de aprendizajes fundamentales en América Latina y el Caribe, producto de la evaluación de los estudiantes mediante el ERCE 2019, debido a factores del contexto socioeconómico y político que impidieron la aplicación de los instrumentos.

Por ello, el Estado boliviano perdió la gran oportunidad de obtener evidencia empírica para identificar aquellas variables de política y práctica educativa que sería prioritario modificar para mejorar los logros y la equidad en los aprendizajes.

Paradójicamente, hasta la fecha el Subsistema de Educación Regular, en sus niveles inicial, primaria y secundaria, carece de estudios de evaluación internacional, aferrándose insulsamente al inoperante Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE).

Pareciera que el Subsistema de Educación Regular se encuentra distante de la Agenda 2030, promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con relación al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 4, debiéndose garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Luis Callapino López es magíster en Políticas de Formación Docente.