David Ricardo y el Censo
El senador Rodrigo Paz Pereira y los cívicos cruceños no han leído a David Ricardo. Me especializo en nueva geografía económica, y mientras ellos sostienen la legitimidad de su pedido de un censo debido a que Santa Cruz alcanzaría en 10 años a cinco millones de habitantes, y según ellos el 55% de la población nacional; debo decirles que están cegados por su propia ambición.
Ricardo dice que el mercado se sitúa al centro de las cadenas de inputs y outputs, y que su población aumenta con el consumo de otros mercados; el mercado que solo vende dentro de sí mismo, pierde. También dice que los trabajadores beneficiados de haberse trasladado al mercado como inputs de la cadena, buscan sus propios intereses, adquieren un conocimiento específico, materiales y se van del mercado a otras áreas o a sus áreas de origen, dejando muy chico al mercado donde se desarrollaron. Creando así economías de escala, mercados en plural, la variedad de productos que hacen la competencia necesaria para que evolucione la producción especializada.
A Santa Cruz no le conviene un censo, que por estándares internacionales no es una necesidad en políticas públicas, sino más bien solo una sugerencia (cada 10 años) para que la legislatura pueda ofrecer soluciones de mayor alcance. Como dije, además de esto se le viene la ley de rendimientos decrecientes. Es un futuro muy promisorio para aquellos que elijan la especialización y la inversión en desarrollo e investigación. Así, París se convirtió en un centro de la moda mundial, conectado con un sinfín de mercados, manteniendo su estándar como el más alto.
Pero hay que repetir que para que la empresa pueda desarrollar nuevos productos es necesario cumplir con todos los derechos laborales, que se contrate personal sin discriminación en grandes cantidades y en todos los mercados. Así la especialización del trabajador se viene desarrollando por su exposición a nuevas tendencias y técnicas, que no existen dentro de aquel mercado de inicio.
Los mercados son fáciles de confundir con una institución, pero las instituciones y los mercados tienen objetivos y resultados diferentes, y se organizan de manera diferente. Unos buscan la retórica y los otros, un retorno incremental a sus actividades. Hablemos otra vez de cómo París, que no se especializaba en los tejidos, se hizo con el reconocimiento como el estándar de moda y sus diferentes especializaciones, mientras sus instituciones han llevado tanto políticas de izquierda como de derecha, pero comprometidas con el estándar mundial obtenido por París.
Dentro de las ventajas competitivas, tenemos 30% del litio a nivel mundial, por no decir que junto a Argentina y Chile tenemos cerca del 100%. Puedo imaginarme diversos usos del litio en la industria, por ejemplo, conexiones inalámbricas basadas en celdas de litio para la presentación en mercado de los productos, acentuando el esfuerzo por convivir con el medio ambiente. Mientras escribo, se realiza el COP-27, sin resultados.
La necesidad de un censo no tiene ninguna utilidad si es que antes, durante y después, la situación local es otra que la estabilidad social y con justicia. Incluso después del Censo se hacen observaciones para aumentar la encuesta según corresponde a lugares específicos, que deben señalar esas necesidades, pero deben de seguir con sus actividades hasta que eso se atienda con una nueva encuesta complementaria, y esta estabilidad es el primer punto en los estándares internacionales. Gracias a Dios, Bolivia es un Estado neutral que muestra la estabilidad necesaria, un lujo que países de la EU o EEUU no pueden permitirse.
Tal vez para mejorar aún más el mercado, el compromiso de los empresarios se base en la idea sobre el uso del litio que acabo de dar u otras de propio ingenio para elevar la capacidad adquisitiva de sus empleados, y puedan rendir un ejemplo a nivel regional, me refiero a Latinoamérica, Asia, Europa, etc.
Martin Bilbao La Vieja Ruiz es economista.