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Minería, tecnología y avatares políticos

HUELLAS

Hablar de tecnología en el sector minero es un reto difícil, las connotaciones sociales y políticas que rigen las decisiones de los que manejan el sector limitan las posibilidades de innovación y desarrollo tecnológico. La minería tiene un componente de informalidad muy alto, el 85% de las fuentes de trabajo están en el sector informal, preminencia que va en desmedro de la iniciativa empresarial, única vía de asimilación tecnológica. Venimos de un pasado colonial donde Potosí fue el sumun de la minería argentífera mundial y de su tecnología, siguió un periodo republicano en el que se logró forjar un sector empresarial fuerte, los “barones del estaño”, uno de ellos logró desarrollar la mina subterránea de estaño más grande del mundo con tecnología de punta, el Block Caving. La mina de cobre Chuquicamata hoy, usa para explotación subterránea este método tecnológicamente actualizado, para extraer 40.000 TPD de roca mineralizada a un costo de $us 8- 25/ton, hito de uso correcto de tecnología. Mientras tanto en el país pareciera que retrocedemos a tecnologías coloniales cuando vemos el desolador panorama de la minería aurífera informal de la cuenca alta de los ríos Beni y Madre de Dios. La lucha de intereses entre capital privado y Estado y un “tira y afloja” entre posiciones liberales y nacionalistas aún perdura y tiene como resultado la escasa asimilación tecnológica que mostramos hoy al mundo.

La minería estatal, como apunto en un escrito anterior, está “anclada en el pasado… tratando de salir de su condición de exportadora de materia prima para entrar en el circuito del uso tecnológico de nuestros metales. Esto se dice fácil desde un balcón pero es muy duro de implementar cuando se viven los tiempos que corren, donde la euforia política reemplaza al sesudo análisis de los problemas de la minería nacional” (La Razón 17/02/09). Ajustes tecnológicos hubo en épocas de apertura al capital privado (Joint Ventures JV con la estatal minera), Colquiri re-estatizada en 2012 tiene tecnología actualizada en mina e ingenio, Huanuni consolidó un sistema remozado de extracción de mineral (Trackless mining) sin el uso de los legendarios carros metaleros sobre rieles y la fundidora de estaño de Vinto instaló un nuevo horno con tecnología Austmelt de mayor capacidad; las demás operaciones de la Comibol mantienen un nivel tecnológico bajo. Los proyectos Mutún y el Salar de Uyuni que eran una promesa tecnológica para la Comibol, fueron sacados de su control para implementar la Empresa Siderúrgica del Mutún y Yacimientos de Litio Bolivianos; se destruyó la estructura corporativa en aras de generar mayor burocracia estatal, los resultados son magros hasta ahora.

Las empresas de capital privado usan tecnología acorde a exigencias mínimas de la industria; destacan Mina San Cristóbal de la japonesa Sumitomo, una operación a cielo abierto (Open Pit) de más de 160.000 toneladas por día (TPD) que alimenta un moderno ingenio de 52.000 TPD, para producir 1.500 TPD de concentrados de plomo-plata y zincplata; la operación es considerada entre las cinco mayores a nivel global. San Vicente, una operación subterránea de alrededor de 1.000 TPD alimenta un ingenio que produce concentrados de zinc, zinc-plata y plomo-plata. San Bartolomé en Potosí, de Empresa Minera Manquiri, usa lixiviación en pilas (Heap Leaching) del material fragmentado y mineralizado de las laderas del Cerro Rico de Potosí (Pallacos en el léxico local); logró producir hasta 6 millones de onzas troy de plata en barras doré por año. La mina de oro en roca Don Mario, de Empresa Minera Paititi en el oriente boliviano, producía barras doré de oro y plata con el proceso Carbon in leach (CIL) con una recuperación del 90%, hoy está parada por problemas sociales. Y podemos seguir.

Las cooperativas mineras auríferas operan sin cuidado medioambiental y de seguridad operativa, usan dragas de succión en barcazas, un lavadero artesanal y pequeños equipos de amalgamación del oro con mercurio, cuyo uso discrecional contamina cursos de agua y la floresta. Las cooperativas que explotan plata, estaño y otros metales tienen características similares, no hay seguridad operacional y cuidado medioambiental, menos asimilación tecnológica.

Ya va siendo hora de dejar la retórica y ponerse los overoles de faena para insertar al país en el circuito global y en la cadena de suministros de metales estratégicos vitales para la transición energética que se viene. La investigación y el desarrollo tecnológico juegan un papel vital en el crecimiento económico y la innovación, desde la generación de mano de obra y la salud pública hasta la seguridad nacional y la competitividad industrial, factores primordiales de desarrollo.

Dionisio J. Garzón M. es ingeniero geólogo, exministro de Minería y Metalurgia.