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Economía, evaluación y perspectivas

TRIBUNA

Sin duda alguna, 2022 tuvo un escenario de crisis mundial, por la guerra Rusia-Ucrania y las repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19, con caída de la actividad económica, encarecimiento de los principales alimentos, materias primas y energéticos, incidiendo en niveles de inflación mundial no vistos en los últimos 40 años. Para frenar la inflación las potencias mundiales incrementaron las tasas de interés, con créditos financieros inaccesibles, ralentizando la expansión económica.

En el caso boliviano, desde noviembre de 2020 se reinstauró el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), se implementaron medidas económicas y sociales para la reconstrucción y la reactivación de la economía (y oferta), sin descuidar la salud de la población mediante la ejecución del plan estratégico de lucha contra el COVID-19.

Producto de las acertadas políticas económicas y sociales, y la administración responsable con soberanía de las finanzas públicas, la economía en 2022 tuvo un buen desempeño, que fue distinguido por instituciones internacionales como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, The Economist Intelligence Unit, BBC Mundo, Sputnik y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, a pesar de la coyuntura mundial compleja.

En 2022, el crecimiento económico al primer semestre fue 4,1%, por la demanda interna (inversión y consumo), donde se destacan las actividades de transporte, almacenamiento, servicios básicos, construcción, minería, establecimientos financieros, manufactura, entre otros. La inversión pública, al tener un efecto multiplicador en la economía, también juega un rol importante en el crecimiento, y más aún considerando que permitirá fortalecer la matriz productiva para la industrialización con sustitución de importaciones, a través de los sectores productivo e infraestructura; el nivel de ejecución entre noviembre 2021 a octubre 2022 ascendió a $us 2.448 millones.

La tasa de desempleo se redujo a 4,2% al tercer trimestre de 2022, lo que se traduce en la inserción de más de 1,3 millones de personas al mercado laboral. A julio de 2020, esta tasa había subido al 11,6%. Con relación a la inflación, registra 3% a noviembre de 2022, siendo la segunda tasa más baja a nivel mundial. Respecto a las exportaciones, Bolivia rompió récords, a octubre de 2022 el nivel alcanzó a $us 11.573 millones, incidiendo positivamente en la balanza comercial con $us 825 millones.

Como reflejo del crecimiento económico, a noviembre de 2022 la recaudación tributaria ascendió a más de Bs 54.142 millones. El sistema financiero se mostró estable y fortalecido, el ahorro tuvo un importe de $us 32.217 millones, la mora registró el 2,3% y la bolivianización penetró el 99% de los créditos y el 86% del ahorro financiero. La información respalda el buen desempeño de la economía en 2022; no obstante, el paro cívico de 36 días afectó negativamente con una pérdida económica de más de $us 1.296 millones.

Para 2023, Bolivia perfila mantener la estabilidad económica, una inflación controlada con énfasis en los proyectos de industrialización con sustitución de importaciones. Es un año para consolidar la reconstrucción de la economía con una tasa de crecimiento positivo (4,86%), estabilidad de precios (inflación de 3,57%) y un modelo que irá sustituyendo las importaciones gradualmente para generar un sector productivo con industrialización en química básica, industria farmacéutica, entre otros proyectos de inversión productivos, de infraestructura y sociales, que suman $us 4.006 millones.

Bolivia en 2023 está retornando a la senda del crecimiento sostenido, con estabilidad de precios y con un sistema financiero sólido y bolivianizado. Con la continuidad del MESCP se prioriza la demanda interna, el incremento del ingreso, la reducción de la pobreza, la disminución del desempleo y de la desigualdad, por cuanto la administración de la economía es efectuada de manera soberana.

Fernando Chuquimia es especialista financiero.