La máquina del tiempo
En 1895, fue publicada por primera vez en Londres una novela de ciencia ficción, La máquina del tiempo, del escritor británico Herbert George Wells. Esta narración es una mezcla de aventuras de doctrina socioeconómica y política, donde un científico de finales del siglo XIX logra descubrir las claves de la denominada «cuarta dimensión» (el Tiempo) y construye un vehículo que le permite viajar físicamente a través del mismo.
Si alguna persona tuviera un vehículo con esas características, sin duda alguna se transportaría a través del tiempo, pero siendo objetivos, esa máquina del tiempo no existe. Sin embargo, mediante el presente artículo se expondrá el pasado, presente y futuro de la economía boliviana, lo cual ¡sí! es una realidad.
La historia demuestra que la profunda desintegración de la economía boliviana fue el episodio hiperinflacionario de 1985, cuando el país llamaba la atención por tener una de las tasas de inflación más elevadas del mundo, debido a la apelación del modelo neoliberal, que no es acorde a la realidad boliviana, ya que no se alcanzó el desarrollo económico esperado y tampoco se mejoró la calidad de vida de la población; al contrario, los niveles de pobreza continuaron elevados y la brecha entre ricos y pobres se amplió.
A partir de 2006 se implementa el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), el cual fue diseñado por bolivianos y para los bolivianos, cuya fortaleza radica en que fue construido sobre la realidad socioeconómica del país, además es desarrollado y aplicado por profesionales bolivianos. Se recuperaron los excedentes económicos para redistribuirlos.
Los resultados fueron favorables hasta antes de la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del gobierno de facto (noviembre 2019 y octubre de 2020), obteniendo como logros indiscutibles: crecimiento económico sostenido, reducción de la deuda externa, inflación controlada, bolivianización de la economía, incrementos de los depósitos y créditos en el sistema financiero, priorización de la inversión pública, reducción de la pobreza extrema, disminución del desempleo y de la desigualdad económica.
Con el retorno de un gobierno elegido democráticamente, a la cabeza del presidente Luis Arce desde noviembre de 2020, se realizan medidas socioeconómicas para la reconstrucción y reactivación de la economía, con sustitución de importaciones, redistribución de los ingresos, reactivación de la inversión pública, el plan estratégico de lucha contra el COVID-19 y el control de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Por tal razón, Bolivia perfila mantener la estabilidad económica, una inflación controlada con énfasis en programas y proyectos de industrialización con sustitución de importaciones, ya que es un año para consolidar y fortalecer el sector productivo y el desarrollo de la producción agropecuaria con soberanía alimentaria, a través de la industrialización de la química básica, la industria farmacéutica, producción de nitrógeno, fosforo y nitrógeno (planta NPK), además de plantas procesadoras de almendra, castaña, lácteos, charque, papa, asaí, copoazú, yuca, trigo, arroz y pesca, entre otros.
El país está retornando a la senda del crecimiento económico sostenido, con estabilidad de precios y con un sistema financiero sólido y bolivianizado. priorizando la demanda interna, el incremento de los ingresos, la reducción de la pobreza, la disminución del desempleo y de la desigualdad, por cuanto la administración de la economía boliviana es y será soberana.
Verónica Casablanca Villca es economista.