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Déficit de Naturaleza

COLUMNA VERDE

Alguna vez pensaste en tomar un ¿Baño de Bosque?… pues sí, la inmersión en el bosque es una práctica recomendada para el estrés y otras enfermedades. Conocida como “ShinrinYoku” en Japón, consiste en un paseo estructurado y planificado que recorre menos de un kilómetro por un paisaje sonoro limpio para conectar a las personas con la naturaleza.

Estar separados de la naturaleza perjudica la salud física y psicológica, así lo confirman varias investigaciones. El mundo moderno nos sumerge entre el 70% y 80% de nuestro tiempo dentro de habitaciones (muros), donde los únicos momentos de contacto con la naturaleza ocurren cuando nos trasladamos al trabajo o a la escuela. Por otro lado, la vida digital, hoy necesaria para la interacción socio-virtual, también ha limitado nuestras actividades al aire libre.

La persistente desconexión de la naturaleza está provocando un trastorno denominado Déficit de Naturaleza. Tanto niños como adultos experimentan una disminución del uso de los sentidos, problemas de atención y enfermedades físicas y emocionales (R. Louv, 2005). Los seres humanos, sobre todo los niños, cuanto mayor acceso tengan a las áreas naturales cercanas, mayor será su capacidad para sobrellevar situaciones adversas y de estrés (TELVA, 2020).

Una investigación realizada en los años 80, en un hospital de Pensilvania, determinó que los pacientes en habitaciones con vistas al bosque se recuperaban más pronto que aquellos que solo veían un paisaje urbano. Los árboles segregan sustancias químicas para protegerse de las plagas, estos compuestos antimicrobianos tienen propiedades terapéuticas para el ser humano. Caminar descalzo (grounding) sobre pasto, arena, o piedra, libera campos electromagnéticos con los cuales convivimos a diario, podría aliviar dolores crónicos, y mejorar el sueño entre otros beneficios.

Conservar la naturaleza no es solo una acción ambiental, es cuidar de nuestro bienestar humano. Si bien en esta columna hago referencia al Déficit de Naturaleza como una patología vinculada a la salud humana, quiero destacar que diversos ecosistemas de la Amazonía y la Chiquitanía atraviesan una etapa de Déficit de Naturaleza. Los bosques y humedales transformados a campos agropecuarios cada año cobran factura. El estrés hídrico y las crecidas de ríos seguirán siendo realidades si no mantenemos el bosque en pie para contener estos fenómenos.

Las sequías y las inundaciones ya generaron más de $us 40 millones de pérdidas en los municipios de mayor producción del departamento de Santa Cruz. ¿Por qué ocurren estos fenómenos?, la respuesta es simple, venimos agotando a la naturaleza, estamos alterando la funcionalidad hidrológica de las cuencas, la deforestación cambia el flujo superficial y subterráneo del agua.

En medio de una metamorfosis climática global, conservar la naturaleza es una de las acciones indispensables para mitigar los fenómenos climáticos. Cada acción tuya y mía es fundamental para contrarrestar el Déficit de Naturaleza.

Marlene Quintanilla es directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la FAN.