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Perspectivas de la economía frente a los datos

TRIBUNA

Las perspectivas sobre la economía mundial no son alentadoras en los informes, boletines y reportes publicados por los organismos internacionales para 2022 y 2023. En todos los casos, apuntan a una desaceleración del crecimiento económico y persistencia de la inflación.

Recalquemos lo que indicaron los organismos internacionales. El Banco Mundial (BM) espera que el crecimiento económico del mundo se desacelere en 2022, y que desembocará en el tercer ritmo de crecimiento más débil en casi 30 años; claro, solo opacado por las crisis más significativas del siglo XXI, que fueron de 2009 y 2020.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace alusión a la crisis del costo de vida para 2022, en un contexto de persistencia del COVID-19 y la guerra en Europa, que derivará, de la misma manera, en desaceleración económica, inflación e incertidumbre para los próximos años.

En la misma línea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) mencionó que a partir del segundo semestre de 2022 se observó una desaceleración de la actividad económica, situación que modificará a la baja el crecimiento proyectado para los próximos años. En el caso de Bolivia, estos tres organismos internacionales proyectaron un crecimiento real del PIB entre el 3,4% y 4,1% para 2022.

Ahora, veamos los datos observados para Bolivia. Para comenzar, el PIB al tercer trimestre de 2022 creció en 4,3% (uno de los más elevados de la región), donde sobresalieron las actividades económicas como Transporte y almacenamiento, Sector agropecuario, Construcción, Otros servicios, Industria manufacturera, entre los que más incidieron. Este resultado es superior, hasta que sea público el PIB al cuarto trimestre, a lo que se espera por el BM, FMI y CEPAL.

¿Qué implica este resultado? Se resume en estabilidad de la economía nacional y una trayectoria de recuperación de la actividad económica sostenida tras el retroceso de 2020 por la crisis del COVID-19.

En cuanto al mercado de trabajo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mencionó que las perspectivas laborales se deterioraron considerablemente en 2022, a raíz de las tensiones geopolíticas, una recuperación heterogénea de la economía tras la pandemia y la crisis de suministros.

Pero, ¿cómo le fue a Bolivia en términos del mercado laboral? Al respecto, el país tuvo una recuperación significativa en 2022 tras la pandemia y en relación a 2021. En efecto, la población ocupada urbana alcanzó a 4,3 millones de personas y la tasa de actividad superó el 73% de la fuerza laboral (cifras históricas nunca antes visto en el país), y la tasa de desocupación en el área urbana bajó a 4,3% (el más bajo de la región).

En tema de salarios, la OIT mencionó que habrá un retroceso en términos reales en varios países a consecuencia de la inflación, lo que reduciría el poder adquisitivo de la población en general, en específico de la clase media y de las personas de ingresos bajos. Al respecto, aún no hay datos estimados para muchos países (incluyendo Bolivia); sin embargo, podemos inferir lo siguiente: varias economías en el mundo tuvieron una escalada en sus niveles de precios en 2022, que resultó en un deterioro en términos reales de los salarios y aumento del costo de vida.

¿Bolivia se enfrentará a la misma situación en tema de salarios en 2022? Comencemos analizando el salario real, que no es más que el cociente entre el salario nominal y el nivel de precios. Anteriormente, mencioné al crecimiento económico y sus perspectivas, su impacto se verá reflejado en el ingreso laboral de los trabajadores. Por otra parte, la inflación del país a fin de periodo alcanzó un 3,1% (uno de los más bajos de la región y del mundo). Entonces, podemos concluir que el salario real en 2022 en el caso boliviano no tendrá el mismo destino que el de otros países.

El país está reconstruyendo y recuperando su economía, y de manera positiva y efectiva con las medidas económicas implementadas, dinamizando la actividad económica y el empleo, así lo demuestran los datos. Asimismo, la estabilidad de precios esta jugando un papel fundamental para mantener el poder adquisitivo de la población boliviana. De continuar con esta tendencia positiva, seguramente los niveles de pobreza disminuirán; tal y como lo señaló la CEPAL en una publicación sobre los cambios esperados en la situación de pobreza: “Bolivia será el país que más reducirá la pobreza extrema en 2022 a nivel América Latina”.

Álvaro Aruquipa es ingeniero comercial y analista económico.