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¿Alguien pensó en el costo social?

El objetivo final de la economía es buscar el bienestar de la población, esto significa que las políticas económicas mejoren la calidad de vida de la población. Se ha estado hablando mucho sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN), incluso en el artículo ¿Qué está pasando con las RIN?, analizaba estas medidas. Sin embargo, ante las fuertes críticas a las RIN surgieron algunas propuestas por parte de analistas para mejorar su desempeño, propuestas que estaremos analizando.

Se propone la eliminación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), quitar los límites a las exportaciones y la reducción del déficit fiscal, que se compre oro, se aceleren préstamos internacionales y se mantenga el tipo de cambio fijo, estas últimas medidas eran fuertemente criticadas por quienes ahora las proponen.

La eliminación de cualquier impuesto reduce la recaudación tributaria, recursos que se destinan a obras donde quien más se beneficia no es el Estado, sino la población. Cuando una medida económica tiene un impacto negativo en la sociedad, esto se llama “costo social”, que son las pérdidas no cuantificadas por una mala política económica. Este costo lo termina pagando la sociedad.

En cuanto a las exportaciones, toda empresa puede exportar si se asegura el abastecimiento interno. Es decir, si las empresas producen lo suficiente para que ese producto no escasee, pueden exportar. Bajo esta lógica no tiene sentido quitar límites a las exportaciones, ya que depende de ellas generar excedentes. Si primero se quitan límites a las exportaciones, se generaría escasez de esos alimentos y nuevamente habría otro costo social que no afecta a los empresarios pero sí a la población.

También se habla de reducir el déficit fiscal, pero no se dice que el déficit pasó de 12,7% a 7,2% en solo dos años, además que no es una simple resta de ingresos y gastos, en el fondo depende de cómo está compuesto. El déficit se da por la inversión pública, es decir las obras que se hacen en el país (asfaltos, escuelas, carreteras, etc.). También está compuesto por las subvenciones que hacen que tengamos una de las inflaciones más bajas del mundo. Si se quita las subvenciones, la economía decaerá en días, ¿es lo que busca esta propuesta?

Asimismo, se habla de cerrar empresas públicas, olvidando que son sus utilidades las que pagan los bonos sociales como el Juancito Pinto. En fin, el análisis del déficit es mucho más complejo y el costo social que implica es muy alto.

Entre las propuestas también está la compra de oro. Esta medida fue de las más criticadas, ya que desde hace dos años se está promoviendo la ley de fortalecimiento de las RIN que permitirá la compra de oro de los productores auríferos y que ahora se acepta que es una buena medida.

Otra medida “interesante” es la de acceder a deuda externa, interesante porque hace meses se cuestionaba el nivel de la deuda externa y ahora la plantean como una solución.

Esto no acabó allí, lo mejor fue que analistas que por años cuestionaron el tipo de cambio, la semana pasada reconocieron que es necesario mantenerlo fijo para sostener la estabilidad macroeconómica, es decir, aceptan que existe una estabilidad económica y también que el costo social de cambiar el tipo de cambio es muy alto, por lo que ahora cambian de argumento.

En la economía no existen recetas mágicas ni soluciones sencillas. Lograr un desarrollo económico pleno donde no solo se tengan indicadores económicos favorables, sino también bienestar social; es todo un reto. No olvidemos que una política económica teórica que no considere la realidad nacional ni su efecto en la población tendrá un costo que lo terminará pagando la sociedad y el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) demostró resultados positivos que mantienen crecimiento y justicia social en un contexto internacional tan incierto como el que vivimos.

Wilmer Alavi Argandoña es analista financiero.