Vergonzoso auspicio de cervecera al Gran Poder

Este año se intenta volver a la normalidad en la realización de las fiestas andinas y una de las más conocidas y publicitadas es la del Gran Poder en la ciudad de La Paz. En una sociedad del espectáculo y la propaganda, el Gran Poder fue paulatinamente auspiciado por las empresas y especialmente por las cerveceras. ¿Por qué existe la íntima relación de las danzas y las músicas folklóricas andinas urbanas con el consumo de diferentes formas de alcohol, incluido la cerveza? En el caso boliviano es muy estrecha esta dependencia y muy difícil pensar en las entradas folklóricas sin el gran consumo de alcohol, incluidos los espectadores.
Está claro, no es lo mismo que el auspiciador sea una embotelladora de agua o fabricantes de alcohol, aunque se llame cerveza. Se ha estudiado la fiesta del Gran Poder desde diferentes perspectivas, pero menos desde los efectos que produce el consumo del alcohol. Las fiestas populares y urbanas como el Gran Poder son los espacios propicios para el consumo indiscriminado, sus grados de intoxicación, accidentes y muertes como consecuencia, el inicio de la dependencia e incluso las violaciones.
Desde hace varios años, todas las fiestas folklóricas son auspiciadas por empresas cerveceras, aunque tengan diferentes nombres. Lo que no se sabe públicamente y tampoco se ha estudiado es ¿en qué consiste el auspicio de la empresa de cerveza? ¿Quiénes se benefician directamente con las cajas de cerveza que son repartidas a las distintas fraternidades? ¿El beneficio directo es para los organizadores? ¿También los bailarines usufructúan? Hay más preguntas, ¿cuál es el costo social y de salud de ese auspicio? En términos capitalistas, ¿cuánto invierten las empresas cerveceras y cuánto ganan de esa inversión? A la lógica empresarial capitalista no le importa el costo social.
¿Cuál es el costo real social, cultural del auspicio? He escuchado en muchas ocasiones decir con mucho orgullo a muchos/as danzarines que “bailan porque les gusta y nadie les da nada”. Esta frase conlleva a la idea de que lo hacen por voluntad propia y nadie les apoya o les financia económicamente. Sin embargo, esta expresión es muy relativa porque hoy y desde hace varios años alguna empresa cervecera tiene la exclusividad de auspiciar el Gran Poder.
En el fondo es una forma de apropiación cultural, aunque los danzarines gasten en su participación en alguna fraternidad. Pero los auspiciadores se han dado a la tarea de construir un discurso de que apoyan las manifestaciones culturales, la identidad, etc. Esta es la injerencia y la apropiación descarada de una manifestación de identidad largamente construida por migrantes aymaras. Tal es el grado de intrusión de estas empresas capitalistas, que han obligado o naturalizado el consumo de alguna comida típica boliviana acompañada de una determinada cerveza.
¿Se pronunciarán sobre este hecho social de salud pública del consumo masivo del alcohol los ministerios de Culturas y de Salud? Parece poco probable. Pero estoy casi seguro que el Ministerio de Culturas manejará algunas cifras referidas a la presencia de personas partícipes en la indicada fiesta a realizarse en junio, incluso de la cantidad de dinero que generó el Gran Poder.
Lo más cínico es el anuncio reciente de funcionarios de la empresa cervecera como “el gran auspicio” a la Fiesta Mayor de los Andes para este año. ¿En qué consiste este auspicio? Que superaría el 120% de los años anteriores. Lo más preocupante es cuando señalan que la cerveza es el “símbolo de la celebración”. Es decir, que no se puede hacer fiestas sin alcohol, es decir sin cerveza. Vaya la apuesta por la colonización de un producto dañino y con graves consecuencias sociales.
Además, indican que la cerveza “es un elemento que se ha incorporado a su ritualidad”. ¿Cuál es esa ritualidad? ¿La ch’alla? ¿Alimentarse acompañado de una cerveza? Siguiendo el discursito escabroso de la empresa cervecera, dicen que es la “inigualable oferta” que tiene el fin de demostrar “que realmente estamos orgullosos de nuestra cultura, tradiciones y nuestro Gran Poder”. ¿Orgullosos de que nos hemos convertido en borrachos…? ¿Qué orgullo puede haber cuando la identidad cultural se ha mezclado con el alcoholismo? ¿Sera posible que los/as bailarines conscientes puedan rebelarse contra ese manejo humillante de los organizadores, apoyados por la empresa de cerveza?
La danza y la música de los pueblos andinos tienen un aire de libertad y muchas veces se ha inventado danzas anticoloniales, como los doctorcitos. Siguiendo este espíritu rebelde se esperaría que se tire al basurero ese auspicio que ha supeditado que una empresa capitalista gane mucho dinero haciendo consumir mucho alcohol.
Markachirinakaxa wali thuqhu chuymatanwa. Gran Poder uka thuqhuwixa jach’a qamir sirwisa apnaqirinakaruw jaqkattatawa. Arusisiñasawa uka jan suma thakhi sartawiruxa ¿Janicha ukhamaxa?
Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.