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Comentarios sobre la situación internacional

CIUDAD FUTURA

Las diversas preocupaciones de la época aumentan sin cesar. En efecto, el avance en el cumplimiento de los compromisos internacionales relacionados con el cambio climático es desalentador, y no se compadece siquiera de los cada vez más frecuentes desastres naturales ocurridos en varias zonas del planeta.

En segundo lugar, la reciente visita de Xi Jinping a Rusia demuestra que, reforzado con su tercer mandato, ahora pretende colocar a China como superpotencia de primer orden, capaz de intervenir de diversas maneras en los problemas globales, avanzando su visión de un orden internacional alternativo al que hegemonizan todavía los Estados Unidos. También dejó claro que su alianza con Rusia se mantiene en los términos acordados antes de la invasión a Ucrania, pero que prefiere que haya pronto negociaciones para la paz, de acuerdo con los 12 puntos que propuso hace unas semanas. Obviamente dicha propuesta ha sido considerada inaceptable por parte de los Estados Unidos.

En tercer lugar, tiene una gran relevancia la visita inusualmente larga de Lula a la China, acompañado de una delegación compuesta por parlamentarios, ministros, gobernadores y un gran número de empresarios. Se puede suponer que en esta ocasión el tema de Ucrania ocupará si acaso un lugar al final de la agenda, la cual está diseñada en primer lugar para fortalecer las relaciones económicas, tecnológicas y políticas entre ambos países.

En cuarto lugar, los acontecimientos mencionados permiten suponer que están lejos las condiciones para un alto al fuego en Ucrania, que dé lugar a una serie de etapas sucesivas de negociación diplomática que contemplen las responsabilidades diferenciadas de los diferentes actores involucrados directa e indirectamente en este conflicto.

En quinto lugar, aunque el momento para una tregua parece lejano, tampoco es lógico que pase de mediados de 2024. Esta hipótesis parece coincidir con los plazos para la entrega de armamentos, municiones y artefactos tecnológicos, comprometidos a Ucrania por parte de Estados Unidos y otros países europeos de la OTAN.

Por último, en las últimas semanas han ocurrido sobresaltos en el sistema financiero internacional, cuyas repercusiones todavía no están totalmente controladas. En efecto, las quiebras de tres bancos medianos en Estados Unidos y uno muy grande en Suiza están alertando sobre las insuficiencias de la regulación financiera internacional, que se suponía que fue perfeccionada después de la crisis de 2007 a 2009. Una explicación provisional sobre las causas de los mencionados percances bancarios estriba en que las condiciones de liquidez de dichos bancos se vieron afectadas por las subidas de la tasa de interés adoptadas por parte de las respectivas autoridades monetarias en el esfuerzo por detener la inflación.

Dichos seis aspectos tienen por supuesto implicaciones para la región latinoamericana, donde las previsiones de crecimiento económico para este y el próximo año no despiertan entusiasmo alguno. Salvo pocas excepciones, la mayoría de países latinoamericanos enfrenta problemas financieros y fiscales de diversa magnitud.

Una noticia alentadora podría consistir en la iniciativa de restablecer la Unasur sobre nuevas bases, lo que permitiría el diseño de un relacionamiento de América del Sur con China, que no implique el intercambio de materias primas por manufacturas y proyectos tecnológicos.

Además, con un buen diseño institucional, Unasur podría incorporar entre sus actividades de esta coyuntura un espacio permanente para el seguimiento de las cuestiones referidas al financiamiento de países de talla media, incluyendo el intercambio de experiencias en la renegociación de la deuda.

En vista del mayor costo financiero que traen consigo las tasas de interés en alza, se podría considerar incluso el suministro de liquidez de emergencia a corto plazo para el salvataje de países que reúnan ciertas condiciones de excepción.

Horst Grebe es economista.