Voces

Wednesday 7 Jun 2023 | Actualizado a 20:50 PM

Apostar por las vidas en Chuqiyapu Marka o La Paz

/ 2 de abril de 2023 / 01:32

Históricamente la ciudad de La Paz se ha fundado sobre otra ciudad antigua y ancestral denominada Chuqiyapu Marka. Con el devenir de los años no se ha logrado superar la profunda contradicción entre ambas ciudades, aunque La Paz goza de hegemonía y hasta de títulos, pero en la realidad es puro marketing, porque oculta la ciudad india y destruye sus identidades, en gran medida.

Los que nacimos y vivimos en esta ciudad contradictoria y dual, no sabemos hacia dónde crecemos como población. Hoy las casas colgadas de las cúspides son una muestra de esa no planificación, pero también es una forma de rebelarse contra la ciudad colonial excluyente. La única apuesta e imposición de las diferentes autoridades municipales fue y es constituirse en una ciudad moderna. Modernidad entendida primero como una extensión de las ciudades europeas coloniales y segundo, la construcción de más edificios, o contar con vías de acceso pavimentado, etc. Esta apuesta de continuidad como ciudad colonial ha llevado a la destrucción paulatina de Chuqiyapu Marka, como sus wak’as o sus espacios sagrados, como también sus bosques andinos, entre muchos otros.

En la ciudad modernizante o colonizante no se apuesta por la construcción de casas para la vida, sino edificios, porque estos permiten mayor especulación con los precios, apretujando a la gente que, por buscar algún lugar en la ciudad, está obligada a sobre-vivir cuasi encarcelada.

Pero lo más grave es la visión de los habitantes vinculados con la ciudad de La Paz modernizante, que piensan que solo están ellos, es decir, los individuos, y que son el amo y el señor. Pese a esta mentalidad colonial, pervive la visión de Chuqiyapu Marka aymara, quechua, que cohabitamos con otros seres, sean animales, aves y seres no humanos y, que la visión andina es clara, se tiene que convivir con todos. Por eso se realiza el permiso a la Pachamama, a las wak’as cuando alguien va a un lugar desconocido.

Hoy algún sector de la juventud, los más conscientes, tiene la idea de convivir. Por ejemplo, teniendo algunos animales (sobre todo perros y gatos) llamados mascotas. No sé si es la moda, pero veo interesante la idea de humanizar al ser humano conviviendo con otros seres vivos. Aunque no ha desaparecido la crueldad contra los animales, como la venta comercial indiscriminada y de ver como objetos a los animales, incluidas las aves.

Hoy la humanidad quiere fortalecer la “comunidad de la con-vivencia”, imitando a la comunidad rural. Donde uno pueda oír el canto de los pájaros, el ruido de un río, en fin. La vivencia urbana y difícil nos obliga a reeducarnos, sobre todo a las nuevas generaciones, bajo otros valores. La gente que vive hoy en los edificios no sabe o nunca ha oído el canto de un gallo al amanecer e incluso el aullido de un perro.

La modernidad de la ciudad, por el egoísmo humano, no está muy interesada que las nuevas generaciones entiendan por qué es importante con-vivir. Este marasmo citadino ha llevado a las palomas a cohabitar en lugares de gran concentración humana, como es el centro de la ciudad, con el peligro de ser eliminadas sin ningún estupor. En el caso de los perros que fueron abandonados por sus amos irresponsables y egoístas de no entender lo que significa tener un cachorro en la casa. Valoro a los grupos pro-animalistas, que alimentan y atienden. Sé que si en cada familia decidiéramos destinar a los animales que viven en las calles lo que sobra de la comida diaria, se alivianaría esa angustia de quienes no pueden hablar. Pero creo que aún no será posible cambiar esa mentalidad egoísta e individualista citadina.

Tenemos que generar un gran movimiento de ciudadanos que apuestan por la convivencia con otras vidas. ¿Cómo empezamos? Necesitamos acción y no meras palabras bonitas. Estoy dispuesto a sumarme a las iniciativas, aunque haya empezado a dar alimentación a los perritos de la calle en la zona donde vivo.

¿Kunjamsa suma thakhisampi jakañani Chuqiyapu markanxa? Uka jiskt’awiruwa suma jaysañasa. Aymar, qhichwa jaqinakaxa yattanwa suma qamaña uka anitumpi, jamach’itumakampi. Uka sarawixa suma ch’amanchañasawa jichurunakanxa.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Corrupción, corrupción… ¿algunas soluciones?

/ 28 de mayo de 2023 / 01:22

Estos últimos días se destapó más la corrupción del Banco Fassil, como también los actos delictivos de curas pederastas. Estos últimos hechos son criminales y tienen larga data. Aunque las formas de vulneración son de carácter mundial, pero el peso extremo está en los territorios colonizados, como es el caso del Abya Yala y el Caribe.

Hay que recordar que la colonización española instauró “el derecho a la pernada”, que fue una forma de violación abierta a las mujeres indias, que estuvieron obligadas a acostarse con el cura antes de contraer matrimonio. Esta es una de las deudas históricas más horrorosas de la que hoy casi nadie se acuerda. La Compañía de Jesús —y es extensivo a otras organizaciones similares como las iglesias evangélicas— ha tenido actitudes delictivas. Está claro que hay algunos curas y monjas como excepciones y dignas de imitarse, pero lamentablemente son muy pocos/as.

En esta época de profunda crisis de las iglesias católica y cristiana, es importante hablar de posibles salidas. En estos últimos días hemos escuchado diversas soluciones y mi intención es colocar en el debate estas potenciales soluciones.

Desde la sociedad (como diversos movimientos sociales antirreligión, padres de familia e incluso los mismos/as afectados, hoy adultos) plantean la expulsión definitiva de las iglesias extranjeras, incluida la evangélica. Esta opción es muy difícil de cristalizarla, aunque por la magnitud de los acontecimientos se justificaría la operación citada. Si solo nos remontáramos a cinco siglos de colonización espiritual y las diferentes acciones brutales de los sacerdotes, estaría plenamente aprobada. Pero ¿qué ganaríamos con esta salida extrema? Hay algunos sectores sociales que profesan ciegamente esta alternativa religiosa. Somos un Estado laico, por lo tanto, se reconoce la diversidad religiosa y que ya no son parte del Estado. A pesar de la bronca histórica, es muy difícil frenar la presencia de estas religiones, en un momento donde el ser humano (cargado de su religión y otros valores) transita por el mundo.

Otra posible salida es desde el Estado plurinacional. Se plantea un control riguroso del ingreso de los nuevos sacerdotes al país. ¿Qué requisitos se exigirá para ese control riguroso? También se tiene en mente la revisión de la relación de las escuelas de convenio con el Estado. ¿En qué consiste esa relación? Sobre el caso específico, se anuncia la conformación de comisiones que puedan coadyuvar en la investigación y sancionar a los curas culpables. Varios de los párrocos ya han muerto, entonces ¿a quién se culpa? La Iglesia como institución dice que el delito es personal y no institucional. En fin, ¿será la solución? Conociendo cómo se mueve la burocracia estatal y particularmente los operadores de la justicia, quedará en buenas intenciones y no pasará nada hacia adelante. Esperamos equivocarnos en nuestra apreciación.

Otra opción y creo que es de fondo, es que la Iglesia Católica haga una auto-revolución. Hoy ya no cabe o ya no son válidas las disculpas, el perdón, etc. Que se opte por anular la castidad de los curas y monjas. Que los sacerdotes tengan parejas como cualquier ser humano. ¿Será posible esta salida? En la Colonia había la práctica de que el cura tenía su pareja, aunque de manera muy cínica y solapada. En esta línea de la auto-revolución religiosa, sería que las iglesias católica y evangélica ya no insistan más en la política de “ganar almas”, que sigue siendo el eje de la continuidad colonial de la evangelización espiritual.

La vía de la Iglesia del tercer mundo, fundada por estos lados, ha sido frenada paulatinamente en su recorrido y esos pocos curas y monjas que se mezclaron con el pueblo, hoy casi ya no están. La pesada estructura religiosa, desde el Papa hasta el cura de base, está corrompida. ¿Será posible refundar las iglesias de base? ¿Será posible pensar que la Iglesia deje de ser Estado?

Tata kura achachitunakawa wali wachuqasipaxatayna jisk’alalanakampi. Jiwasanakax arsusiñasaw uka ñanqha sarnaqawinakatxa.

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Inglaterra: sus reyes colonizadores y arcaicos

avances muy interesantes, basados en la investigación sobre la humanidad y sus perspectivas reales a futuro.

/ 14 de mayo de 2023 / 21:14

El 6 del presente mes, hemos presenciado la coronación del rey de Inglaterra, Carlos III y la reina Camila. Después de presenciar un suntuoso acto público, transmitido por varios canales de televisión internacional, surgen muchas preguntas: ¿por qué las actuales sociedades hegemónicas occidentales aún reproducen un modelo de valores y estratificación social de la época monárquica y feudal? A pesar de la retórica de la sociedad occidental de que vivimos tiempos modernos, posmodernos y hasta poscoloniales. Estas últimas ideas suponen teóricamente el quiebre de formas arcaicas y obsoletas de sociedad, por nuevas o modernas.

La ciencia como producto de la humanidad, aunque administrado y alimentado sobre todo desde la sociedad occidental, nos deja entrever avances muy interesantes, basados en la investigación sobre la humanidad y sus perspectivas reales a futuro. Pero, el perfil civilizatorio humanista de la ciencia está en profunda contradicción con la práctica primitiva y profundamente colonialista del mundo de los reyes y reinas. Los clásicos académicos de las ciencias sociales y humanas no explican de esta contradicción. Este clasismo solo mira lo “bonito de la modernidad”, tapando la basura social del régimen feudal.

Para el caso de Inglaterra, pero con similares prácticas, están Holanda y España, entre otros países, donde continúan vigentes los reyes y sus reinas. Sabemos que en estos últimos años se han manifestado posiciones sociales contrarias a la vigencia de la familia real. A pesar de estos cuestionamientos, aún triunfan y siguen transmitiendo los valores de ser personas especiales y de creerse que son de sangre azul, entre otras aberraciones.

Sabemos por algunas investigaciones que varias generaciones de estas familias nobles no han estado exentas de prácticas dolosas como la corrupción y otras bajezas inmorales en su reproducción social. A pesar de estas experiencias fraudulentas continúan usufructuando el poder, aunque se diga que ya es simbólico, pero viven y lucran de un Estado alimentado por sus ciudadanos contemporáneos. ¿Cuánto de dinero se gastó en esa suntuosa coronación? Ver la estratificación social colonial de la Inglaterra colonialista fue lo más llamativo, pues no fue una mera teatralización, sino la continuación de una forma societal que quedó atrapada en siglos pasados.

Pero llama la atención la amplificación y reproducción del actuar y del pensar como reyes y reinas en la masa societal del mundo, hoy traducidas de muchas formas, como las coronaciones bufas, hasta certámenes de belleza que se denominan reinados. En el caso boliviano, la sociedad cruceña regional, que en su discurso se vanagloria de ser moderna, pero su práctica no deja de ser arcaica, cuando es una moda ser reina en el carnaval de cada año.

El acto señalado nos permitió ver varios aspectos de una contemporización social, aunque anacrónica para estos tiempos. Es tan llamativo ver la actuación de la trilogía nefasta, de la familia real, la Iglesia Católica y el Estado. Aunque ese Estado se llame Estado nación, liberal o neoliberal. Además, el uso de la suntuosidad como las carrozas impregnadas de oro o las piedras preciosas en las coronas de Carlos III y Camila. ¿Cuánto de ese oro y plata expuestos en la investidura salieron del suelo de nuestro continente del Abya Yala y el Caribe? Está claro que no fueron comprados, sino saqueados por la prepotencia del colonialismo inglés y europeo.

Indudablemente, el régimen colonial del que el reinado es su corazón, presentó una especie de actualización social de sus seguidores, como la presencia de niños negros o latinos, uno que otro árabe vinculado con la religión; pero el trasfondo siguió siendo la reproducción de una práctica colonial y una forma de familia de sangre azul que se da a conocer mediante todas las formas de comunicación actuales.

Q’aranakan sartawinakapaxa wasitampiwa qhanstayata. Wali suma sarnaqawikaspas ukhama.

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El legado de Pablo González Casanova

/ 30 de abril de 2023 / 01:20

Hace unos días México ha perdido a uno de sus intelectuales más brillantes y críticos, Pablo González Casanova. Fue un intelectual de izquierda, académico, sociólogo, historiador y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México, que falleció a los 101 años en la Ciudad de México. González Casanova fue un acérrimo defensor de los pueblos indígenas y el apoyo que dio públicamente al movimiento zapatista le valió que en 1998 el EZLN lo distinguiera como “el comandante Contreras” de esa organización.

Quiero destacar la influencia de Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen, que son los principales pioneros en reflexionar sobre el concepto de colonialismo interno, seguida algunos años más tarde por antropólogos como Guillermo Bonfil Batalla. Pero González Casanova es uno de los principales artífices en la divulgación del concepto citado, aunque él no se atribuyó ser el inventor del término. En un trabajo historiográfico detallado de las circunstancias del surgimiento del concepto, cita al sociólogo estadounidense C. Wright Mills, como el primero en usar la expresión.

González Casanova, en sus obras como La democracia en México y Sociología de la explotación, de 1965 y 1969, respectivamente, nos resume el significado del término citado. “El colonialismo interno corresponde a una estructura de relaciones sociales de dominio y explotación entre grupos culturales heterogéneos distintos”. La diversidad cultural históricamente produce la conquista de unos pueblos por otros y que permite hablar no solo de diferencias culturales, sino de diferencias de civilización.

González Casanova, en sus últimas publicaciones, por ejemplo en Explotación, colonialismo y lucha por la democracia en América Latina, de 2017, redefinió el concepto de colonialismo interno, tomando muy en cuenta la dinámica contemporánea de la política mundial, globalizadora y neoliberal de los países y empresas transnacionales. Considera que, si bien el colonialismo interno son acciones internas, pero no se le puede considerar como políticas aisladas, sino en estrecha relación con la dominación mundial y transnacional actual.

¿Cómo se recibió este concepto en Bolivia? Fausto Reinaga es uno de los principales animadores de la aplicación y el desarrollo del concepto de colonialismo. Aunque Reinaga no tuvo vínculo con González Casanova y se debe al lugar de reflexión que ocupaban. Pablo González desarrolló su preocupación principalmente desde la vertiente académica y crítica. Reinaga desde el movimiento anticolonial social del indianismo, desarrolló el concepto de colonialismo, con la experiencia emancipadora negra de Frantz Fanon y los indigenistas radicales. La aplicación del concepto de colonialismo le ha permitido categorizar algunas especificidades de la realidad boliviana, como el concepto de “las dos Bolivias”, que se podría considerar como parte del concepto general del colonialismo interno, aunque Reinaga nunca usó este concepto en sus escritos.

La noción de colonialismo interno recién logró desarrollarse en los espacios académicos en Bolivia desde principios de 1990, aunque las ciencias sociales, particularmente desde la creación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés en 1978, no lograron entenderlo del todo, a excepción de algunos/as de sus investigadores docentes.

González Casanova generó el uso del concepto de colonialismo interno en los movimientos kataristas e indianistas en Bolivia. ¿Cómo fue ese proceso de aplicación? ¿En qué áreas de la sociedad se empleó? ¿Qué obras son emblemáticas, bajo el eje conceptual del colonialismo interno? A pesar de este inicio interesante, hay una labor pendiente para las ciencias sociales contestatarias y críticas al sistema del conocimiento dominante en Bolivia, sobre todo desde la mirada de los movimientos indígenas, populares y sus intelectuales.

A pesar del llamado “proceso de cambio” en curso, existen aún expresiones de colonialismo interno, ¿cómo son estas expansiones? En perspectiva ¿las ciencias sociales y humanísticas en Bolivia seguirán apostando por esa categoría? En fin, son más preguntas aún sin respuestas.

Pablo González Casanova, sutinixa jach’a amuyt’iriwa. Wiñay markaru sarawayxi. Jupan yatxatawinapaxa wali kusawa. Uka amtawinapaxa wali suma yatxatañaspa ¿ janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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71 años de la Revolución de 1952

/ 16 de abril de 2023 / 02:29

Han pasado 71 años de aquella revolución acaecida el 9 de abril de 1952. La revolución boliviana es la segunda del continente del Abya Yala después de la mexicana de 1910. La insurrección nacional, a diferencia de la mexicana, fue una acción colectiva y sin grandes caudillos. La comunidad conformada por indios campesinos, aymaras, quechuas, urus y sectores populares urbanos, posibilitaron el derrumbe del sistema gamonal.

Me interesa destacar el triunfo por la vía armada y con ella el inicio de la transformación social, empoderando a los sectores sociales mencionados, sea en las calles y en las áreas rurales. Lamentablemente, la revolución fue expropiada por el MNR y este partido político construyó un discurso oficial, como los únicos autores y actores del quiebre de las estructuras sociopolíticas hacendatarias del país. Aun el MNR y sus seguidores repiten que devolvieron tierras al campesinado, que masificaron las escuelas, en fin. En la realidad se vieron obligados a dictar la reforma agraria en 1953 porque se generalizaban las tomas físicas de las haciendas por parte de los verdaderos dueños. El “Estado del 52” apostó por una sociedad mestiza, excluyendo lo indio y la muestra de esta apuesta fue la política de la educación monolingüe, es decir, solo en castellano.

Interesa saber mucho más de lo que se conoce, por ejemplo, ¿cómo fueron las batallas armadas? ¿Cómo fueron derrotados el Ejército y la Policía por el pueblo? ¿Cuántos murieron en esta guerra civil? Hoy, parece muy difícil encontrar a los actores de las zonas emblemáticas de esta contienda histórica ubicadas en la ciudad de La Paz, como Villa Victoria, Munaypata, Pura Pura, Achachicala, K’illi K’illi (hoy llamada Villa Pabón), Layqaquta o Laycacota (hoy utilizada como parque para los niños) e incluso la Ceja de El Alto. ¿A quién interesa saber esta experiencia, aunque sea dolorosa? La Alcaldía y la Gobernación tienen la responsabilidad institucional de preservar la memoria, sea en museos históricos o similares. Pero hoy, no creo que les interese y quizás no sepan o no quieren saber de la importancia de generar políticas de la memoria colectiva, de la lucha de los indios campesinos y sectores populares, que fueron los grandes protagonistas en esa contienda de 1952.

¿Existen más fotos de las que conocemos sobre 1952? Por ejemplo, ¿en el Álbum de la Revolución publicado por el MNR o los expuestos en el Museo de la Revolución? Con seguridad que existen y ¿quién se anima a acopiar, para luego convertir en la memoria visual? Sabemos que la revolución mexicana se recrea o se teatraliza cada año, por ejemplo, la entrada triunfal a la ciudad de México de Pancho Villa y Emiliano Zapata. Lo deseable sería que se desafíe con alguna actividad de esta naturaleza, pero parece difícil pensar que se pueda cristalizar porque existe una especie de prejuicio de los sectores sociales dominantes sobre la revolución de 1952.

Pasada la revolución del 9 de abril, visitó el país la escritora argentina Alicia Ortiz. Su observación por varias ciudades está narrada en su libro Amanecer en Bolivia y consideró que es una de las mejores crónicas y testimonios de los primeros momentos del triunfo del pueblo en armas. En estos últimos años, una que otra investigación aporta en esta línea de conocer más detalladamente de tan importante cambio político en el país.

El olvido se apoderó de los lugares más emblemáticos mencionados. En los barrios citados, no figuran como parte de su memoria profunda, lo que debería merecer un lugar específico (¿mediante museos barriales?), sobre todo para el conocimiento de las nuevas generaciones. Además, urge saber más de ¿qué paso en los centros mineros? ¿En las áreas rurales de los departamentos del país?

A nivel académico y particularmente desde las ciencias sociales, no hay grandes aportes en la investigación en los últimos años. Aún se repite la interpretación del escritor orureño René Zabaleta Mercado en su libro Clases sociales y conocimiento, donde interpreta a la revolución de 1952 como atípica.

Jach’a ch’axwayi 1952 uka maratxa armasiñak munxtanja. Jilirinakasaxa wali sartawayapxatayna. Jach’a qamiranakaruxa t’unjawayapxataynawa. ¿Janicha ukhamaxa?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Vergonzoso auspicio de cervecera al Gran Poder

/ 19 de marzo de 2023 / 00:45

Este año se intenta volver a la normalidad en la realización de las fiestas andinas y una de las más conocidas y publicitadas es la del Gran Poder en la ciudad de La Paz. En una sociedad del espectáculo y la propaganda, el Gran Poder fue paulatinamente auspiciado por las empresas y especialmente por las cerveceras. ¿Por qué existe la íntima relación de las danzas y las músicas folklóricas andinas urbanas con el consumo de diferentes formas de alcohol, incluido la cerveza? En el caso boliviano es muy estrecha esta dependencia y muy difícil pensar en las entradas folklóricas sin el gran consumo de alcohol, incluidos los espectadores.

Está claro, no es lo mismo que el auspiciador sea una embotelladora de agua o fabricantes de alcohol, aunque se llame cerveza. Se ha estudiado la fiesta del Gran Poder desde diferentes perspectivas, pero menos desde los efectos que produce el consumo del alcohol. Las fiestas populares y urbanas como el Gran Poder son los espacios propicios para el consumo indiscriminado, sus grados de intoxicación, accidentes y muertes como consecuencia, el inicio de la dependencia e incluso las violaciones.

Desde hace varios años, todas las fiestas folklóricas son auspiciadas por empresas cerveceras, aunque tengan diferentes nombres. Lo que no se sabe públicamente y tampoco se ha estudiado es ¿en qué consiste el auspicio de la empresa de cerveza? ¿Quiénes se benefician directamente con las cajas de cerveza que son repartidas a las distintas fraternidades? ¿El beneficio directo es para los organizadores? ¿También los bailarines usufructúan? Hay más preguntas, ¿cuál es el costo social y de salud de ese auspicio? En términos capitalistas, ¿cuánto invierten las empresas cerveceras y cuánto ganan de esa inversión? A la lógica empresarial capitalista no le importa el costo social.

¿Cuál es el costo real social, cultural del auspicio? He escuchado en muchas ocasiones decir con mucho orgullo a muchos/as danzarines que “bailan porque les gusta y nadie les da nada”. Esta frase conlleva a la idea de que lo hacen por voluntad propia y nadie les apoya o les financia económicamente. Sin embargo, esta expresión es muy relativa porque hoy y desde hace varios años alguna empresa cervecera tiene la exclusividad de auspiciar el Gran Poder.

En el fondo es una forma de apropiación cultural, aunque los danzarines gasten en su participación en alguna fraternidad. Pero los auspiciadores se han dado a la tarea de construir un discurso de que apoyan las manifestaciones culturales, la identidad, etc. Esta es la injerencia y la apropiación descarada de una manifestación de identidad largamente construida por migrantes aymaras. Tal es el grado de intrusión de estas empresas capitalistas, que han obligado o naturalizado el consumo de alguna comida típica boliviana acompañada de una determinada cerveza.

¿Se pronunciarán sobre este hecho social de salud pública del consumo masivo del alcohol los ministerios de Culturas y de Salud? Parece poco probable. Pero estoy casi seguro que el Ministerio de Culturas manejará algunas cifras referidas a la presencia de personas partícipes en la indicada fiesta a realizarse en junio, incluso de la cantidad de dinero que generó el Gran Poder.

Lo más cínico es el anuncio reciente de funcionarios de la empresa cervecera como “el gran auspicio” a la Fiesta Mayor de los Andes para este año. ¿En qué consiste este auspicio? Que superaría el 120% de los años anteriores. Lo más preocupante es cuando señalan que la cerveza es el “símbolo de la celebración”. Es decir, que no se puede hacer fiestas sin alcohol, es decir sin cerveza. Vaya la apuesta por la colonización de un producto dañino y con graves consecuencias sociales.

Además, indican que la cerveza “es un elemento que se ha incorporado a su ritualidad”. ¿Cuál es esa ritualidad? ¿La ch’alla? ¿Alimentarse acompañado de una cerveza? Siguiendo el discursito escabroso de la empresa cervecera, dicen que es la “inigualable oferta” que tiene el fin de demostrar “que realmente estamos orgullosos de nuestra cultura, tradiciones y nuestro Gran Poder”. ¿Orgullosos de que nos hemos convertido en borrachos…? ¿Qué orgullo puede haber cuando la identidad cultural se ha mezclado con el alcoholismo? ¿Sera posible que los/as bailarines conscientes puedan rebelarse contra ese manejo humillante de los organizadores, apoyados por la empresa de cerveza?

La danza y la música de los pueblos andinos tienen un aire de libertad y muchas veces se ha inventado danzas anticoloniales, como los doctorcitos. Siguiendo este espíritu rebelde se esperaría que se tire al basurero ese auspicio que ha supeditado que una empresa capitalista gane mucho dinero haciendo consumir mucho alcohol.

Markachirinakaxa wali thuqhu chuymatanwa. Gran Poder uka thuqhuwixa jach’a qamir sirwisa apnaqirinakaruw jaqkattatawa. Arusisiñasawa uka jan suma thakhi sartawiruxa ¿Janicha ukhamaxa?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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