El planeta se derrite
Julieta Paredes Carvajal
Son muchas las alertas que vienen desde científicas y científicos dedicados a estudiar los efectos sobre nuestro hermoso planeta Tierra, causados por el comportamiento asesino que tiene la humanidad, sus gobiernos y las empresas capitalistas. Es muy, pero muy grave, lo que estamos haciendo; cierto, unos con muchas más responsabilidades, pero en realidad, aquí nadie se salva, excepto la hermana naturaleza, que desde sus esfuerzos locales trata de equilibrar el gran desastre que se cierne sobre el futuro del planeta Tierra.
Recuerdo que en el proceso de cambio, el primer serrucho de la derecha vino a propósito del proyecto que el Evo planteó para la carretera que pasaba por el TIPNIS, fue desastroso cómo se manejó el tema, que significó darle motivos para que el fascismo comience su reorganización. Tarde el Evo pidió disculpas a las hermanas y hermanos indígenas de tierras bajas, por el error de no preguntarles primero, antes de estar diciendo que abriría una carretera.
Debemos recordar que desde distintos lugares presionábamos para que el compañero presidente baje a dialogar con los hermanos indígenas y en ese ínterin se tardó mucho, el Evo reconoció que se había equivocado, pero el gusano contrarrevolucionario ya estaba incrustado en la sociedad boliviana. Recuerdo que toda la clase media que efusivamente recibió al indio en 2006 y que en 2009 ya empezó a tomar sus reservas de clase, no perdió la oportunidad de volverse ambientalista para complotar, al ver que los indios y las indias tomaban la Asamblea Constituyente y el Gobierno, y así pues ya no estaban tan entusiasmados, el indio y las organizaciones sociales no daban paso a los sabiondos intelectuales de izquierda clase mediera.
Ahí el tema ambiental se fue colocando como un caballo de Troya y continúa siendo un espacio desde donde se tiran dardos fascistas al proceso de cambio. Recordemos el papel de éstos en el golpe de 2019 y cómo hacían tanta parafernalia de los incendios provocados por los propios derechistas, a ellos les interesa el medioambiente como un lugar de lucro.
Las alertas dan 10 años como máximo para que no sea irreversible el daño en nuestro planeta, donde, sin duda, entre los primeros en desaparecer estará la humanidad. Se llevarán de por medio algunas especies, pero es probable que el planeta se rehaga. Sin embargo, la humanidad no, por eso los riquillos están buscando otros planetas habitables.
Hoy estamos en peleas terribles en nuestro país, por migajas de poder, y no nos estamos dando el espacio para hablar del futuro que nos espera. ¿Dónde está la propuesta sobre el “vivir bien” en armonía con nuestra madre naturaleza? No sean mamones, de una vez pónganse de acuerdo, están en juego cosas más importantes. Que el Gobierno gobierne y que el resto se prepare —nos preparemos— con propuestas para 2025. Discutiremos propuestas y apoyaremos con críticas constructivas. Y desde el Gobierno que no se hagan a los sordos y soberbios, que ningún gobierno hace revoluciones, las revoluciones las hacen los pueblos organizados.
Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.