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La incógnita de la transición industrial (I)

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Dionisio J. Garzón M

El pentágono del litio. Vivimos en el país tiempos de euforia mediática, las fuentes oficiales pregonan hasta el cansancio que vamos camino a industrializar nuestros recursos naturales y en especial aquellos como el litio, el potasio y las tierras raras (TTRR), cuya importancia en la transición a fuentes de energía limpia en el futuro inmediato y a su uso en tecnología de vanguardia los hacen estratégicos, imprescindibles y de alto valor económico. Soñar no cuesta nada decía en una antigua columna mía sobre el tema (La Razón 27/11/15) y comenzar a andar abre posibilidades, pero enfrentarse a la cruda realidad del reto depende de cómo se planee y se diseñe el accionar de los operadores y la gobernanza y gerencia de los emprendimientos necesarios para tener éxito. En Bolivia, en las dos décadas precedentes con dominio de posiciones políticas nacionalistas y populistas se dio un peculiar cambio a regulaciones antisistémicas en el marco definido por la nueva Constitución Política del Estado de 2009 y la Ley Minera 535 de 2014. Un peculiar grupo de normas que regulan la actividad del sector han venido a constituir una especie de “camisa de fuerza” que limita el accionar de los operadores formales, eleva la carga impositiva, disminuye la competitividad del país, fomenta la minería informal de pequeña escala y aleja inversiones para desarrollar un privilegiado potencial minero, cautivo de la lucha de intereses que hacen de la actividad minera un péndulo entre posiciones liberales y nacionalistas que, a su turno, pretenden aplicar recetas antagónicas con el resultado previsible de siempre: empezar de cero y/o solo llegar a la mitad del camino. (El detalle de este comportamiento puede consultarse en: Garzón D. 2012: Minería boliviana, la gran incógnita. En Los dilemas de la minería, Fundación Vicente Pazos Kanki 2012, La Paz, Bolivia).

Así las cosas en el caso del litio, por ejemplo, la mayor cantidad de recursos de este metal a nivel global en el Salar de Uyuni nos permite ser un miembro importante del Triángulo del Litio con nuestros vecinos Argentina y Chile, pero después de cerca de $us 1.000 millones de inversión en los ya obsoletos complejos de evaporación y de obtención de carbonato, seguimos intentando cambios tecnológicos a tientas como el proyecto de implementar plantas de extracción directa de litio (DLE) de última generación, pero aún no probadas a nivel industrial. Mientras tanto nuestros vecinos avanzan a posiciones expectables, Chile es el segundo productor de carbonato a nivel global después de Australia y Argentina se consolida como el segundo productor de la región. Por otro lado el famoso triángulo ya es un polígono pentagonal; Perú que actualmente entra en el negocio, cuenta con reservas suficientes para superar a sus vecinos, según declaraciones de prensa del vecino país, de ejecutivos de Macusani Yellowcake, subsidiaria de la canadiense Lithium Américas Corp. Las pruebas metalúrgicas en el yacimiento Falchani, ubicado en Puno, dieron recuperaciones de carbonato de litio de 99,74% de pureza, de rocas que también contienen otros elementos como uranio, cesio, rodio, aluminio y potasio. “Nosotros no solo vamos a estar al nivel de ellos, vamos a superar a Chile y Argentina. Pensamos arrancar con una producción de 60.000 toneladas de carbonato de litio cada año durante los tres primeros años de producción. Después subir a 80.000 y si es posible, llegar a 100,000 para estar superándolos en el quinto o sexto año de explotación”, dice un comentario (v.g. Rumbo Minero 25/09/22 y otros).

Brasil es otro país que en los últimos años ha desarrollado un intenso programa de exploración del metal con la apertura a empresas de ultramar que ya obtuvieron resultados importantes, un ejemplo es el proyecto en roca dura de Sigma Lithium en Grota do Cirilo, Mina Gerais, que planea producir carbonato grado batería en la presente gestión y llegar a una producción de 100.000 ton/año de litio equivalente (LCE) en la gestión 2024, con lo que Sigma entraría a los cuatro mayores productores a nivel global junto a Albemarle con sede en Estados Unidos, SQM de Chile y Ganfeng de China (Comentario en Financial Times 05/12/2022).

(*) Dionisio J. Garzón es ingeniero geólogo, exministro de Minería y Metalurgia