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Un libro, Mario y la BBB

SAUDADE

Un señor, que se (re)presenta como “investigador, autor de libros y videos documentales”, escribió un libro con ostentoso título: Tomografía del Estado narco. Y por supuesto quiso publicarlo y presentarlo. Hasta ahí todo bien. Cada quien con sus aficiones, virtudes y vicios. Hay cantidad de libros, varios impresos por cuenta propia, que circulan buscando nutrir la conversación pública. A veces la pretensión es más modesta y vanidosa: decir soy “autor de libros”.

El problema de la Tomografía de marras es que quiso entrar por la ventana en la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB). No encontré ninguna noticia al respecto, pero el periodista Mario Espinoza asegura que el autor, también ejecutivo de un extraño grupo llamado Conade, llevó su libro a la BBB demandando su publicación. Por supuesto le dijeron que No, ubíquese señor, tome su medicamento y cosas peores. Ah, quién pudiera estar en la selecta lista de la Biblioteca.

El que también tendría que ubicarse es el periodista. La BBB es el proyecto editorial más importante y ambicioso de nuestra historia. Se ha propuesto la publicación, hasta 2025, de 200 obras definidas como fundamentales de la cultura boliviana e imprescindibles para la comprensión del país. Tales obras fueron seleccionadas por un Comité Editorial compuesto por un grupo plural de personalidades irreprochables que deliberaron durante más de seis meses.

Resulta que Espinoza cree que la BBB debió publicar el libro del tomógrafo. Y que no hacerlo es censura (sic) y equivale incluso a la “quema de libros” (recontra sic). ¡Qué tal! Siéntese señor. Faltaría que cualquiera lleve su obrita a la Biblioteca y haya que publicarla. Parece que la fuente de enojo del periodista es que entre los 200 títulos de la BBB ninguno pertenece a su prolífico amigo Carlos Mesa, que fue parte del comité y, por tanto, participó en la selección. Por algo será.

Este episodio deja algunas reliquias ejemplares. Conmueve que el cabecilla del Conade crea que su libro puede ser publicado en la Biblioteca del Bicentenario. Impresiona que el periodista destile tanta mala leche contra una iniciativa editorial cuyas obras le parecen lindas y va comprando. Y es penosa la ignorancia del otro periodista, ese que ve con ternura a los curas pederastas, que no tenía ni idea de la BBB.

La última noticia sobre la Tomografía es que la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia decidió no cobijar su presentación en el Musef. El Conade habla de “acto cavernario”. Pobre libro, sin Biblioteca que lo publique ni Museo que lo presente en sociedad ni unidad opositora que lo incluya en sus (s)obras completas.

FadoCracia sorda

1. Los jerarcas de la Iglesia Católica, preocupados, han ido ensayando diferentes tácticas defensivas. Quieren enterrar sin daño ni culpa las revelaciones de pederastia en sus esquinas rotas. 2. Primero guardaron un silencio insostenible. Luego pasaron a la negación: “son hechos aislados, errores, desviaciones”. Después se victimizaron: “nos estigmatizan”. Y enseguida usaron la denuncia: “están politizando”. 3. La siguiente táctica era previsible: responsabilizar a los medios. 4. En una homilía, el arzobispo de Santa Cruz reseñó el lamento: a los medios solo les interesa lo negativo (denuncias de abusos sexuales), pero no informan nada sobre lo positivo (65 sacerdotes se reunieron para la formación permanente). 5. Esperé sentado la reacción pronta y firme de nuestra Asociación de Periodistas ante este “nuevo ataque contra la libertad de expresión”. 6. No hubo pronunciamiento, pero sí invitación a participar ¡en un Concurso de Karaoke! Hay que promover talentos en el gremio. 7. ¿Y la Conferencia Episcopal? Después de mucho rezo y remembranza, admitió que la Iglesia fue sorda. Del alma.

José Luis Exeni Rodríguez es politólogo.