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EEUU, el ganador en la guerra

Desde que la guerra empezó entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, las economías están susceptibles a cualquier acontecimiento que empeore la situación en el mundo, pero en esta clase de conflictos bélicos en que se disputan territorios de carácter geopolítico entre estos países, quién podría ser un ganador fuera de la victoria de uno de los dos, con la pérdida irreparable de vidas humanas, la migración forzada de millones de personas, la destrucción de ciudades y los efectos sobre la economía de esa región, los cuales han llegado a esta parte del mundo.

Para empezar, antes de la guerra el consumo de hidrocarburos en Europa tenía la siguiente procedencia: en gas, el 46,8% de Rusia, el 20,5% de Noruega, el 11,6% de Argelia y el 6,3% de EEUU, y el restante 14,8% de otros proveedores; en petróleo, se le suministraba el 27% también de este primer proveedor, Rusia, siendo entonces esta región altamente dependiente de estos recursos y constituyéndose en un arma para Putin para maniatar a Europa. Empezada la guerra, este proveedor fue sometido a innumerables sanciones financieras con el objeto de dejarle sin recursos y así no poder sostener la invasión a Ucrania, como: la congelación de sus activos por la Unión Europea, el bloqueo a sus bancos y empresas públicas en los mercados financieros y aerolíneas, la prohibición de tecnología y el traslado de ésta en los rubros aeronáutico, de defensa y petrolero, cerrándole espacios aéreos, hasta sanciones como las que impusieron Australia, Japón y Canadá destinadas a ciudadanos rusos, con la suspensión de visas y también a organizaciones con ese origen.           

Ha pasado un año y cuatro meses y la guerra continúa, las sanciones impuestas no han tenido el resultado deseado, los medios de comunicación muestran imágenes de las arremetidas de un ejecito contra el otro. Rusia ha dejado de proveer estos recursos a esta región, lo que ha generado una alta demanda por parte de Europa, elevando los precios y provocando una inflación a nivel mundial, como la de Suecia con 10,5%, Reino Unido 8,7%, la Zona del Euro con 6,1% y EEUU con 4%, lo que ha llegado a Sudamérica, como se muestra con Colombia, con 12,4%, Chile con 8,7%, Perú con 7,9% (aquí cerquita). Efecto que ha sido combatido de una forma generalizada con una medida ortodoxa, con la subida de las tasas de Interés, pero que también ha causado otro efecto en los agentes económicos: ante un panorama de incertidumbre los inversionistas preferirán poner su dinero en los bancos, donde su dinero estará seguro y ganará interés, pero esto afectará directamente a la inversión, causando un tendencia a la recesión.

Este panorama negativo y la necesidad de gas en Europa han sido la oportunidad para que EEUU se convierta en el mayor exportador de este recurso, proveyendo a esta región con el 70% del gas, con un precio 40% mayor del que le vendía Rusia, multiplicando así sus ganancias. Otros beneficiarios son India y China, que compran petróleo ruso con entre 30% y 40% de descuento.

Entonces, EEUU es el primer ganador en esta guerra, beneficiándose de buenas ganancias cuando la gente muere y sufre, siendo un buen negocio, y tiene sentido seguir apoyando a Ucrania, aprobando ayuda militar para este país por un valor de $us 3.750 millones y enviando $us 32.000 millones en armamento.

Jesus J. Luque es licenciado en Economía.