¿Cómo se encuentra la economía boliviana?
En las últimas semanas, el contexto económico boliviano ha sido sometido a diversos análisis y estos han generado intensos debates. Mientras algunos medios y analistas sostienen que se está al borde de una crisis económica y que el actual modelo económico empieza a quedar obsoleto, el Gobierno afirma que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) es la mejor alternativa dadas las características del país y el contexto internacional.
La población que pretende crear juicios y opiniones en base a la información que recibe, desconoce si los análisis están sesgados por pensamientos extremos y si esta está basada en datos poco fiables. En ese sentido, los analistas tenemos la responsabilidad de responder a la necesidad de la población con información clara y veraz, dejando de lado agendas políticas o intereses particulares.
Respecto al comportamiento y evolución de algunos indicadores macroeconómicos vale la pena recordar que por varios años seguidos, comprendidos entre los años 80 y 90, Bolivia enfrentaba una alarmante inflación. En años posteriores esos niveles empezaron a disminuir y hasta 2021, solo en 2007 y 2008 se registraron niveles de inflación comparables con las anteriores décadas, e incluso los niveles de inflación registrados en esos dos años no están ni cerca de alcanzar las cifras de inflación más altas de las décadas anteriormente mencionadas.
Ahora bien, el haber mantenido cifras de inflación bajas que hoy no superan el 1% ha sido resultado de la aplicación de medidas como la diversificación productiva, el impulso al mercado interno y el establecimiento de un régimen cambiario estable. Tales medidas, que se empezaron a impulsar con la llegada del MESCP, fueron reconocidas y elogiadas por diversos organismos internacionales y afianzaron la confianza en la economía boliviana por muchos años.
Por otro lado, uno de los temas más debatidos recientemente ha sido el de la subvención a los carburantes. Hay quienes argumentan que ésta debería eliminarse por el alto coste monetario que ha representado para el Estado haber mantenido esa subvención todos estos años, pero es importante destacar que esas subvenciones han sido utilizadas para promover la producción nacional y sobre todo mantener la estabilidad de precios en un contexto internacional desafiante.
Asimismo, es importante señalar que el Gobierno ha proyectado una visión a futuro en la inversión de proyectos energéticos renovables, como las plantas de biodiésel, que contribuirán a reducir la dependencia de combustibles fósiles y promoverán una industria más sostenible y amigable con el medio ambiente.
Finalmente, en el ámbito del comercio exterior, Bolivia ha logrado registrar superávit comercial las dos últimas gestiones y el dato más reciente disponible refleja un saldo positivo en balanza comercial de $us 71 millones para abril, impulsado por el dinamismo de las exportaciones y el rumbo hacia una matriz productiva más diversificada e industrializada.
La economía boliviana con el MESCP ha experimentado un cambio significativo y este ha sido y sigue siendo un factor clave para el desarrollo económico. Su enfoque en la industrialización, la redistribución de la riqueza y la búsqueda de justicia social ha sido determinante para alcanzar una estabilidad y un progreso sostenible.
Para emitir un juicio propio es necesario remitirse a los datos y al análisis del contexto nacional e internacional y de esta forma entender el sentido de las medidas que asume el Gobierno. La confianza de los bolivianos en la economía nacional es lo que permite crear un ambiente donde las políticas que se aplican den el resultado esperado, es gracias a esa confianza en el MESCP que se ha podido alcanzar buenos indicadores macroeconómicos en los últimos años y es esa misma confianza la que se convierte en los cimientos de una nación próspera y en constante evolución.
Viviana Maldonado es economista.