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IA y Hollywood

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Eliana Quiroz

Tendemos a creer que todo lo que viene de Hollywood es glamoroso y rodeado de mucho dinero, pero al igual que en otras industrias hay personas que hacen las labores cotidianas y sus condiciones laborales no forman parte de ese glamour. Desde el 2 de mayo, 11.500 guionistas de Hollywood están en huelga por mejorar sus condiciones laborales, y el sindicato de actores los está apoyando.

Lo que me llama la atención de esta resistencia es una de las demandas del sindicato de guionistas relacionada a la Inteligencia Artificial (IA). El sindicato está exigiendo la reducción del uso de IA para escribir guiones de las películas.

La lógica eficientista y de negocios de Hollywood ha llevado rápidamente a utilizar las IA de lenguaje generativo como el ChatGPT para abaratar costos y obtener guiones en menor tiempo. Los sindicatos pretenden que la industria limite el uso de esta tecnología que le permite obtener más ganancias, parece ser un objetivo imposible. De lograrlo, ¿por cuánto tiempo se podrá sostener una restricción de este tipo? Por el momento, la huelga de guionistas junto a la de actores ha hecho que la industria pare e incluso se ha dejado sin fecha uno de los eventos mayores de Hollywood, los premios Emmy.

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En una huelga anterior de las y los guionistas, la industria sostuvo el ritmo de la producción audiovisual con guiones que estaban escritos por adelantado, pero en la huelga actual, la adicional ausencia de actores es estratégica, los productores no han tenido más que parar la producción.

Es probable que en un próximo capítulo de la IA en el negocio del entretenimiento, directores y productores sean las próximas personas reemplazadas. ¿Estaremos en un punto en que se requerirán poquísimas capacidades para hacer películas si se conoce cómo instruir a la IA para que resuelva cada una de las tareas que requiere la producción de una película por fracciones pequeñas de los presupuestos actuales?

Por otro lado, la influencer de Instagram Miquela, que tiene 2,7 millones de seguidores, es una IA. Ella es contratada por empresas como Parad y Calvin Klein para promover sus productos en esa plataforma.

Ante cambios como estos, es inevitable preguntarse por el lugar del ser humano en los procesos de innovación tecnológica. Quienes están detrás de la carrera desenfrenada de innovación declaran que el ser humano está en el centro del proceso, pero estos ejemplos no parecen estar en esa línea de pensamiento. Más bien, parecen indicar que el ser humano como consumidor está en el centro del proceso mientras que las otras personas o, más bien, los otros aspectos del ser humano, como ser creador y como sujeto de derechos, no entran en la ecuación de la innovación tecnológica.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com