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Garibay y el modelo no se agotan

TRIBUNA

En estos días todos hemos sentido orgullo y admiración por nuestro compatriota Héctor Garibay, atleta fondista que ganó la maratón de la ciudad de México. Guiado por su entrenadora Nemia Coca, han demostrado que los bolivianos estamos para cosas grandes, en base a puro esfuerzo y sacrificio propio, luchando contra las adversidades internas como la falta de sponsors que costeen sus gastos y su preparación, enfrentándose a rivales de talle mundial como los kenianos que tienen tradición en este tipo de competencias. En imágenes se puede ver cómo entre rivales africanos y más grandes físicamente, les hace frente de igual a igual, manteniendo el mismo ritmo, y de repente da un golpe y empieza a tomar ventaja dejándolos a todos atrás, mostrando una gran fortaleza física, ganando la carrera y estableciendo una nueva marca en la meta, y con gran resto físico y sin signos de agotamiento levanta con orgullo nuestra bandera.

Este acto destacable se lo puede comparar con el de nuestra economía, que muestra buenos resultados ante un contexto desfavorable, los cuales están siendo distorsionados para calificar al modelo de “agotado”. Para responder a este adjetivo vamos al significado de esta palabra: “la falta de fuerzas para realizar un trabajo físico e intelectual o emocional”, explicación que no se puede aplicar al Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), el cual ha mantenido una inflación baja de 2,7% anual, sosteniendo las subvenciones a los hidrocarburos y los bonos sociales, y otras medidas que dan estabilidad a la economía.

El MESCP, mostrando que tiene fortalezas, ha empezado una etapa para la diversificación de la matriz productiva del país, invirtiendo en la industrialización de otros recursos estratégicos como el litio (YLB), ejecutando Bs 847,5 millones. A esto se suman Bs 549,3 millones para la planta siderúrgica del Mutún, proyecto que era una utopía en las enseñanzas de las escuelas. También se invierte Bs 3.409 millones en la planta de química básica, la cual tiene el objetivo de producir y comercializar productos para la manufactura química, lo que reducirá directamente la importación de insumos para la industria farmacéutica del país. O la producción de biodiésel, con el objeto de reducir la importación de diésel y bajar la subvención de los hidrocarburos.

Más aún, el modelo continua en la carrera, como lo hizo nuestro compatriota, rodeado de adversidades externas e internas y dando un golpe de giro hacia la industrialización sin mostrar signos de agotamiento, lo que se encuentra en ejecución, avanzando poco a poco a paso firme hacia este objetivo, con capacidad para esta cualidad, entrando a una fase de diversificación de nuestra economía y de los ingresos de nuestro país, los cuales en poco tiempo van a dar resultados, rebasando a rivales políticos que tienen posiciones sin tomar en cuenta la integridad de los bolivianos.

Hay que tener paciencia y fe, porque los bolivianos estamos para cosas grandes, como lo ha demostrado nuestro compatriota Héctor Garibay, que ante tantas adversidades y en momentos difíciles supo hacerles frente y luchar de igual a igual para demostrar de qué está hecho. 

Jesús j. Luque es licenciado en Economía.